Desprendimiento de retina: así puedes detectarlo y tratarlo
Esta enfermedad ocular grave afecta a una de cada 10.000 personas al año y, debido a que no provoca dolor y suele aparecer de forma repentina, su detección precoz es clave para evitar la pérdida parcial o total de la visión
La retina es una capa de tejido en la parte posterior del ojo que percibe la luz y envía las imágenes al cerebro y su papel es imprescindible para poder ver con nitidez. Se encuentra pegada a la pared ocular pero, en ocasiones, puede separarse, dando lugar al llamado desprendimiento de retina, un trastorno muy grave que, si no se coge a tiempo, puede llegar a provocar la pérdida de la visión. Teniendo en cuenta que puede afectar a todo el mundo en cualquier momento de su vida, conocer sus síntomas y saber qué lo suele causar te dará las pautas para evitar esta enfermedad.
¿Qué personas tienen más riesgo?
Nadie está exento de sufrir un desprendimiento de retina, ya que éste puede estar causado por una lesión o un traumatismo en la cara o en el ojo. Sin embargo, existen unos colectivos de riesgo más propensos a sufrirlo.
• Más del 50% de los afectados sufren miopía, ya que esto provoca que la retina sea más delgada y, por lo tanto, más propensa a desprenderse.
• Tener un antecedente familiar con desprendimiento de retina también incrementa el riesgo de padecerla.
• Haber sido sometido a una cirugía de cataratas, de glaucoma u otra operación ocular, así como haber sufrido ya un desgarro o desprendimiento en un ojo.
• Algunos tumores, enfermedades oftalmológicas y trastornos como la diabetes y la anemia drepanocítica (una alteración de los glóbulos rojos) también pueden ocasionarlo.
Signos de alerta ante los que acudir a urgencias
Al no causar dolor y, en muchos casos, no ir acompañado de una pérdida de visión, es muy importante tener en cuenta los posibles síntomas que nos indican un desprendimiento de retina, ya que actuar a tiempo es fundamental para salvar la visión del ojo. De hecho, ante cualquiera de los síntomas detallados, se debe acudir a urgencias en menos de 24 horas.
Destellos luminosos y "moscas" flotantes. Son los dos signos de alarma más destacados de que se está produciendo un desprendimiento de retina. Se ven una especie de luces parpadeantes y brillantes y unas manchas o puntos negros que se mueven en la dirección en la que miramos y que suelen manifestarse de forma repentina.
Sombras. Suelen aparecer en la visión periférica (lateral) y son similares a una cortina que cae sobre el campo visual.
Visión borrosa. Además de la falta de nitidez, se puede presentar visión ondulante o acuosa, como si tuviéramos agua dentro del ojo.
Vigila las señales. Ante alguno de los síntomas, sobre todo destellos y manchas volantes, acude rápidamente a urgencias.
Pérdida de visión. Puede ser algo rápido y afectar de forma general a uno o a los dos ojos.
Los tratamientos más eficaces
En función del grado y la gravedad del desprendimiento de retina se usará una u otra técnica, aunque, en la mayoría de casos, se requerirá cirugía.
Fotocoagulación con láser. Cuando se produce un desgarro en la retina, sin que haya un desprendimiento total, se pueden utilizar láseres para detenerlo antes de que sea tarde.
Cirugía escleral. Consiste en colocar una banda de silicona líquida, a modo de «cinturón», que comprime el globo ocular y reposiciona la retina desprendida, facilitando el cierre de la zona desgarrada.
Vitrectomía. Es el tipo de cirugía ocular más utilizada en casos de desprendimiento y consiste en extraer el humor vítreo (una estructura gelatinosa y transparente que actúa como soporte para la retina) y sustituirlo normalmente por una burbuja de gas, aire o aceite de silicona. Suele ser una operación ambulatoria que dura entre una y dos horas y en la que se usa anestesia local con sedación.
¿Son efectivos? Más del 90% de los desprendimientos de retina se pueden curar en una sola operación, aunque algunos pueden necesitar varias. No en todos los casos es posible recuperar la visión completa, ya que si el desprendimiento ha sido muy intenso o se ha tardado mucho en realizar la cirugía, la visión puede perderse parcial o incluso totalmente. ■
Verdadero o Falso
Conoce la información más veraz y desmonta los mitos recurrentes que existen en torno al desprendimiento de retina para tener un conocimiento mucho más completo del tema. 90% de los casos se curan
Si estás operado, no debes viajar en avión
Verdadero-Falso. No se recomienda volar recién operado, ya que la burbuja que se inyecta en el interior del ojo puede expandirse si baja la presión atmosférica, como ocurre a mucha altitud, aumentando la presión intraocular y dañando el nervio óptico. Se recomienda esperar hasta que se reabsorba y lo permita el médico.
Consulta con tu médico antes de volver a viajar en avión para reducir riesgos.
Hacer esfuerzo físico puede provocarla
Falso. Realizar una actividad física moderada de forma regular en ningún caso será causa del desprendimiento de retina, así como levantar pesas o practicar deportes de impacto. De todos modos, sí se debe tener cuidado con aquellos ejercicios que exigen contacto, como el boxeo, el kárate, etc., ya que un golpe en la cara o en el ojo sí puede provocar esta patología ocular.
Es un trastorno que puede heredarse
Verdadero. Aunque no es su causa principal, sí es cierto que, en algunos casos, el desprendimiento de retina se da en personas que tienen familiares con antecedentes. Si es tu caso, no está de más que te realices revisiones oftalmológicas periódicas para prevenir su aparición.
Siempre se pierde visión si te ocurre
Falso. El riesgo aumenta cuanto más se tarda en acudir a urgencias, ya que el desprendimiento puede convertirse en irreversible. Aun así, sí es cierto que algunos desprendimientos de retina poco frecuentes pueden desarrollarse rápidamente y generar una pérdida total de visión en un ojo.
Qué hacer tras una operación de retina
1. Guardar reposo. Tras este tipo de cirugía, se debe descansar y reducir la actividad diaria, sin hacer ejercicio ni conducir. El especialista será el encargado de retornar al paciente a su rutina habitual.
2. Vigilar la postura. Cuando el humor vítreo es sustituido por gas o silicona, lo más probable es que el paciente deba permanecer en posición bocabajo o de lado durante unos días para que la burbuja flote en la posición correcta y sujete firmemente la retina desprendida.
3. Controlar el dolor. El médico podrá pautar analgésicos o fármacos para controlar el dolor, aunque hay que tener en cuenta que las molestias persistirán durante unos días e incluso semanas. Los pacientes diabéticos deben tener especial cuidado y controlarse más con visitas regulares al especialista.
Más del 90% de los casos se curan satisfactoriamente tras la cirugía con unos correctos hábtios de reposo.
4. Tener paciencia. Sí, porque en los casos de operación de retina, ésta puede seguir curándose durante un año o más, por lo que es posible que la visión no empiece a mejorar hasta pasado un tiempo. Es algo normal.