Mareos: sus causas y cómo puedes acabar con ellos
Es uno de los motivos más frecuentes de consulta médica, sobre todo en épocas de calor, y, aunque no suelen revestir gravedad, sí resultan muy molestos. Conocer qué los provoca puede ayudarte a combatirlos
Prácticamente todo el mundo los ha sentido alguna vez. Aturdimiento, pérdida de equilibrio, náuseas, sensación de que todo da vueltas a nuestro alrededor, etc. Estos molestos síntomas suelen ser consecuencia de dolencias leves, como una ligera bajada de tensión o un exceso de calor, aunque si son muy continuos o se mantienen en el tiempo, se debe consultar al médico. Muchas veces se confunden con el vértigo y, aunque son dos trastornos que presentan algunas similitudes, tanto su origen como su tratamiento son bastante diferentes. En este tema, te acercaremos más a las posibles causas de los mareos y cómo puedes ponerles solución.
Detectar su origen para tratarlos
En la mayoría de ocasiones, los mareos se producen porque no está llegando la sangre suficiente al cerebro. Las situaciones de estrés, ansiedad y agotamiento físico y nervioso suelen ser las causas más frecuentes, aunque también pueden ocasionarlos las bajadas súbitas de tensión o de azúcar en la sangre, algunos problemas visuales, el insomnio, la anemia, un dolor intenso, pasar demasiado tiempo bajo el sol o en ambientes muy calurosos, etc. En una proporción mucho más baja, pueden ser consecuencia de patologías más serias como problemas cardíacos o accidentes cerebrales, y, en estos casos, suelen venir acompañados de desmayos.
CAMBIO DE POSTURA BRUSCO. Acostumbra a ser la causa más habitual de los mareos y es conocida como hipotensión ortostática. Se trata de una bajada pasajera de la presión sanguínea al levantarse rápidamente, girar la cabeza, etc. Es más común en ancianos y personas con la tensión baja.
• Otros síntomas: visión borrosa, debilidad, confusión y, en ocasiones, náuseas o desvanecimientos.
• Qué hacer. Hay que intentar realizar los movimientos de forma más lenta, evitando aquellos que puedan provocar mareos, como mirar hacia arriba o agacharse. Apretar las manos y los pies antes de levantarse mejora la circulación de la sangre.
HIPOGLUCEMIA. Cuando el mareo tiene lugar a primera hora de la mañana o después de varias horas sin comer, puede deberse a un descenso del nivel de azúcar en la sangre, ya que el cerebro se queda sin su combustible principal, la glucosa, apareciendo la sensación de desequilibrio.
• Otros síntomas: confusión, sudoración, fatiga, pulso acelerado y hambre.
• Qué hacer. La mayoría de veces, el mareo desaparece si se toma un alimento dulce, como una pieza de fruta o agua con azúcar, para corregir el déficit.
10 Infusiones para dormir mejor
Cinco comidas al día ¡y mucha agua! Procura mantenerte hidratado y comer cada 2-3 horas para evitar la aparición de mareos.
EXCESO DE SOL O CALOR O FALTA DE HIDRATACIÓN. Los mareos por esta causa suelen ser muy frecuentes durante el verano, sobre todo en niños, ancianos y deportistas.
• Otros síntomas: sudoración intensa, fatiga, pulso débil y acelerado, calambres, náuseas, dolor de cabeza y posible desmayo.
• Qué hacer. Se debe detener cualquier actividad que se esté haciendo, descansar en un lugar fresco y aireado y beber abundante líquido o bebidas con minerales. La hidratación es clave para prevenir este tipo de mareos.
Cuidado con el calor. En verano o épocas con altas temperaturas, hay que limitar el tiempo que se pasa bajo el sol y evitar hacer deporte demasiado intenso.
ESTRÉS O ANSIEDAD. Si estamos muy nerviosos, respiramos más deprisa y esto provoca un desequilibrio entre los niveles de oxígeno y carbono en el aire de los pulmones, ocasionando los mareos.
• Otros síntomas: debilidad, hormigueo, visión borrosa, calor, sensación de falta de aire, pérdida del equilibrio, aturdimiento mental, etc.
• Qué hacer. Es importante respirar de forma lenta y profunda, ya que ayuda a relajarse y permite recuperar el ritmo de respiración normal, atenuando los mareos.
PROBLEMAS DE LA VISTA. Si la visión no está bien graduada (presbicia, miopía, astigmatismo, etc.) es posible que se sientan mareos por este motivo.
• Otros síntomas: dolor de cabeza, sensación de inestabilidad, etc.
• Qué hacer. Se recomienda acudir al especialista para una revisión, ya que tan sólo usar unas gafas adecuadas acabará con el problema.
DÉFICIT DE NUTRIENTES. La falta de hierro y vitamina D suele provocar mareos, ya que afecta a los glóbulos rojos, encargados de transportar el oxígeno.
• Otros síntomas: fatiga, debilidad, dolor de cabeza, manos y pies fríos, etc.
• Qué hacer. Hay que tomar el sol con protección al menos 20 minutos al día y comer alimentos ricos en hierro, como legumbres, marisco, frutos secos, etc.
Los mareos suelen venir acompañados de fatiga, debilidad y dolor de cabeza.
Qué va bien y qué no para los mareos
Seguir una serie de precauciones puede favorecer la eliminación de aquellos mareos que no están provocados por ningún problema de salud importante.
Alivio rápido para la migraña: los mejores consejos para el dolor de cabeza
Mantener una dieta ligera y saludable
Opta por alimentos sanos y repletos de nutrientes como verduras, frutas, legumbres, etc. Evita aquellos grasos o muy condimentados, ya que elevan la temperatura corporal y favorecen los mareos. Tampoco es conveniente abusar del alcohol y de las bebidas con cafeína, ya que aumentan el riesgo de deshidratación.
Usar en exceso el móvil y las tecnologías
Mirar durante mucho tiempo la pantalla de los dispositivos tecnológicos o hablar con el móvil sujeto entre el hombro y la cabeza obliga a las cervicales a adoptar una postura antinatural, provocando dolor y mareos. Limita las horas que le dedicas a la tecnología para no sobrecargar ni tus músculos ni tus ojos.
Ojo con el uso excesivo de pantallas. Afectan a nuestra zona cervical y a nuestra vista, y puede ser la causa de mareos.
Hacer ejercicios para fortalecer la musculatura
Trabajar tus músculos y mantenerlos en buena forma ayuda a mejorar la estabilidad y el equilibrio, y, por otro lado, previene la aparición de contracturas, «culpables » de un gran número de mareos. Para fortalecer tu musculatura, te irá bien practicar ejercicios y deportes suaves como natación, caminar, yoga, pilates o taichí, como mínimo una hora dos o tres veces a la semana, y siempre adecuados a tu propio ritmo.
Cargar mucho peso o fatigarse en exceso
Llevar bolsos muy pesados o realizar un esfuerzo físico importante puede provocar sensación de inestabilidad, además de sobrecargar nuestros músculos y elevar la temperatura corporal. Así que procura no fatigarte demasiado y establece pautas de descanso si haces deporte o tienes un trabajo que sea intenso, sobre todo en épocas de altas temperaturas.
Fatiga mental: los mejores trucos para acabar con ella
Cómo actuar ante una crisis
Si sufres un mareo repentino, estas medidas de urgencia te ayudarán a aliviar la sensación de desequilibrio y te permitirán restablecerte rápidamente.
1. Estírate bocarriba y mantén las piernas ligeramente elevadas.
2. Sitúate en un lugar fresco y ventilado, a la sombra, y abanícate para darte un poco de aire.
3. Mantén la vista, con los ojos abiertos, en un punto fijo sin retirarla.
4. Bebe abundante líquido, lentamente y a sorbitos pequeños. Comer algo dulce, como una pieza de fruta, también te irá bien.