Caries: todos los problemas de salud que te puede provocar
La caries es una de las enfermedades más frecuentes en todo el mundo
En la boca se alojan 600 especies distintas de bacterias, de manera que el microbioma oral es el segundo más grande del cuerpo después de la flora intestinal. Cuando éste se desequilibra por distintos factores y se produce una proliferación descontrolada de microorganismos, la caries suele ser una de sus primeras consecuencias.
Esta patología, una de las más frecuentes en el mundo, es el resultado de la acción de las bacterias bucales, que actúan sobre los azúcares de los alimentos situados entre los dientes y segregan ácidos que deterioran el esmalte. Esto provoca cavidades en las piezas dentales de mayor o menor profundidad.
Los peligros de no tratar las caries
Si la dentina (el tejido situado justo debajo del esmalte) se ve afectada por la caries, aparece dolor, que se acrecienta cuando la infección alcanza la pulpa dental, que contiene nervios y vasos sanguíneos.
Infecciones
También pueden resultar de una caries. Deben tratarse para evitar que afecte a órganos como el corazón o los pulmones o también provoque problemas musculares. Por eso hay que acudir al dentista cuando hay sensibilidad dental o si aparece una mancha negra en el esmalte, ya que el estado de los dientes (y también de las encías) no sólo determina la salud bucal, sino nuestra salud en general.
Pérdida de piezas
Es otra de las consecuencias al debilitarse el diente hasta el punto de fracturarse. En esos casos, puede poner en peligro otros dientes próximos al extenderse la infección.
Cómo mantener a raya las caaries
La caries es una de las enfermedades más extendidas en el mundo (incluso más que el asma y la diabetes). Según el estudio de la Salud Bucal en España 2020 elaborado por el Consejo de Dentistas, afecta al 95% de la población española.
Y eso incluye tanto a adultos como a jóvenes, niños e incluso a bebés hasta el punto de que dos de cada seis niños tienen un diente de leche afectado, y el 40% de la población juvenil tiene entre 1,1 y 1,7 caries. Para prevenir y frenar su avance se han de instaurar unas normas higiénicas y dietéticas desde la infancia.
Stop a los azúcares
Es un factor clave para mantener a raya la caries y evitar la acción de las bacterias sobre el esmalte. Los médicos también señalan la importancia de evitar que los niños tomen refrescos azucarados, zumos y bebidas isotónicas, cuyo consumo aumenta en verano y cuando están delante de las pantallas.
Lávate los dientes después de cada comida
Da igual si ha pasado un minuto o 15. Es la forma de eliminar los restos de alimentos e imposibilitar la acción corrosiva de las bacterias sobre la dentadura. Este hábito ha de instaurarse a partir de la aparición de los primeros dientes. Es mejor utilizar un cepillo eléctrico, pastas dentífricas con flúor y que el cepillado dure al menos dos minutos e incluya también la lengua. Se recomienda sustituir el cepillo cada tres meses.
Utiliza la seda dental para eliminar el resto de alimentos que no has podido arrastrar con el cepillado. Si hay una gran separación entre dientes, usa también un cepillo interdental.
Acude al dentista cada seis meses
Para que detecte las piezas con caries y las empaste (elimine la parte afectada y coloque un material, habitualmente a base de resinas, que cubra la cavidad).
Repara los dientes de leche
Sólo se reparan en uno de cada cuatro casos. Sin embargo, tener un diente de leche con caries aumenta por tres las posibilidades de que el definitivo también se vea afectado. Además, hay riesgo de que se sufra dolor y se extienda la infección.
Recurre al flúor
El dentista lo coloca como barniz para proteger los dientes de la caries.
Otros factores de riesgo
Tanto el tabaco como el alcohol perjudican el esmalte debilitándolo y tiñéndolo. También ciertos medicamentos como los antihistamínicos, los analgésicos, los diuréticos y los antidepresivos pueden reducir el flujo de saliva. Esto favorece la proliferación de bacterias en la boca y, por tanto, la caries.
Sigue una dieta anticaries
1. Bebe agua
Evita los refrescos y bebidas ricas en azúcares como los zumos industriales.
2. Come manzanas y frutas a mordiscos
Así, ayudas a mantener los dientes más limpios y previenes la formación de la placa bacteriana (la película de bacterias que se forma sobre los dientes).
3. Toma hortalizas
Cada día como brócoli, zanahoria, apio o espinacas crudas. Son ricas en clorofila, que tiene propiedades antibacterianas, y son una fuente de fibra y de agua que también ejercen un efecto protector frente a la caries.
4. Opta por el aceite de oliva virgen extra
Se ha probado la relación entre su consumo y una mayor protección frente a la caries y la periodontitis (infección de las encías).
5. Toma un yogur en la merienda o en el postre
Es una fuente de probióticos, que mejoran el sistema inmunológico, y calcio, que fortalece el esmalte de los dientes. Eso sí, que no sea azucarado.
6. Incluye frutos secos en tus menús
Constituyen una fuente de fibra, que protege de la acción de las bacterias y aumenta el flujo de saliva, lo que también tiene una acción antibacteriana.
Medidas para cuidar la salud bucal infantil
La caries es la enfermedad crónica más frecuente entre los niños.
1. Acudir al odontopediatra entre los 6 y 12 meses
Es importante controlar la salud dental lo antes posible. El Servicio de Odontobebé del Hospital HM Nens de Barcelona, tras un estudio con niños y niñas de 0 a 3 años, señala que uno de cada cuatro bebés padece caries de primera infancia severa por el aumento del azúcar en la dieta, picar entre horas (sin cepillarse luego los dientes) y el déficit de flúor.
2. Cepillar los dientes cada día desde los 6 meses
Coincidiendo con la aparición de los primeros dientes de leche se recomienda iniciar la higiene dental con un cepillo a medida del bebé, una cantidad mínima de pasta dentífrica hasta los 3 años. La pasta ha de incluir flúor pero con la proporción adaptada a la edad del niño y hasta los seis años ha de situarse en 1.000 ppm. También se pueden masajear los dientes y encías del bebé con un trozo de gasa humedecido.
3. Evitar los biberones antes de acostarse
Este hábito en el que se dan al bebé zumo de frutas o leche para inducirle el sueño causa la "caries del biberón", ya que ingredientes como la maltosa, la glucosa, la sacarosa o la lactosa quedan más tiempo entre sus dientes favoreciendo la caries.
4. Sellar fisuras dentales
Es un método preventivo para eliminar pequeñas fisuras que consiste en emplear delgadas capas de resina plástica sobre los dientes del niño que ejercerán de barrera frente a la acción corrosiva de las bacterias de la caries. Se realiza tras una limpieza a fondo de la boca y tiene una duración de unos cinco años aunque requiere revisiones periódicas.
5. Limitar el cloro de las piscinas
Puede debilitar el esmalte dental, reducir la cantidad de saliva (su acción antibacteriana protege el esmalte) y aumentar el riesgo de caries. Para evitarlo, se recomienda beber agua después de cada baño.