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Intolerancia al gluten: descubre si eres celíaco

La celiaquía afecta al menos a un 2% de la población. Y, a pesar de la importancia de un diagnóstico precoz, se calcula que en la actualidad sólo un 20% de afectados está bien diagnosticado

Muchas personas sienten molestias digestivas que pueden estar relacionadas con una intolerancia al gluten. Si tienes sospechas consulta con tu médico.

G.G

Sección coordinada por la doctora María José Peiró, especialista en Medicina Familiar, con más de 10 años de experiencia tanto en el ámbito público como privado. Máster en nutrición y dietética.

El gluten es una mezcla de proteínas (gliadinas y gluteninas) presente en cereales como el trigo, la cebada y la espelta. La persona celíaca es hipersensible a estas proteínas de forma que su ingesta desencadena una atrofia de las vellosidades del intestino delgado y queda afectada la capacidad de este órgano para absorber los nutrientes de los alimentos. Se trata de una enfermedad autoinmune que puede producir distintos síntomas en el cuerpo e incluso ser asintomática. Trastornos de crecimiento, pérdida de apetito, fatiga, gases, diarrea y distensión abdominal son algunas de las manifestaciones en caso de celiaquía. Los dolores de cabeza, la pérdida de cabello, la ansiedad y el dolor articular también pueden tener este origen. Otras consecuencias si la enfermedad no es detectada y tratada son los abortos espontáneos, la osteoporosis y un mayor riesgo de cáncer de colon y de cáncer de esófago.

Éstos son los signos de alarma

En niños. La anemia ferropénica es frecuente en caso de celiaquía por la mala absorción del hierro, así como otros síntomas de malnutrición que repercuten en el crecimiento y en la musculatura. También puede haber distensión abdominal.

En adolescentes. Las aftas en la boca, la distensión abdominal, la debilidad muscular, falta de estatura, la artritis, la osteopenia y la anemia ferropénica son frecuentes en jóvenes celíacos.

En la edad adulta. La malnutrición que no siempre se acompaña de una pérdida de peso, el colon irritable, la neuropatía periférica, la miopatía proximal y la anemia ferropénica son algunos de los síntomas en adultos.

Conoce las causas relacionadas con la celiaquía

Genéticas. Existe una predisposición genética con lo que si un familiar cercano es celíaco el riesgo de serlo aumenta y conviene realizarse las pruebas diagnósticas.

Enfermedades. Tener problemas de tiroides o artritis reumatoide predispone a la celiaquía.

Pesticidas. Un estudio científico ha relacionado el aumento del nitrógeno en los fertilizantes que se utilizan en los cultivos de trigo con el incremento de casos de celiaquía registrado en los últimos años porque la concentración de gliadinas en este cereal ha subido.  

Avena, ¿sí o no? Este alimento puede consumirse si no ha sido procesado con otros cereales con gluten y un distintivo acredita que no lo contiene.

 

Los métodos de diagnóstico

Serología celíaca. A través de un análisis de sangre se busca la presencia de anticuerpos que cuando la persona es celíaca y toma gluten porque no ha sido diagnosticada están elevados. 

Biopsia del intestino delgado. Es la prueba definitiva para un diagnóstico claro, ya que a través de una endoscopia se extrae una muestra de tejido de la mucosa del intestino delgado para detectar la atrofia de las vellosidades intestinales. Tras una dieta sin gluten se suele repetir la prueba para confirmar el diagnóstico. 

Pruebas genéticas. Mediante un análisis de sangre también se puede buscar la existencia de genes relacionados con la celiaquía como el HLA-DQ2 y el HLADQ8. Si no están presentes, la enfermedad puede descartarse. A pesar de tener estos genes también es posible que la persona no desarrolle la enfermedad con lo que la biopsia debería realizarse igualmente para confirmar la celiaquía. Por otra parte, puede diagnosticarse una sensibilidad al gluten si la persona padece síntomas de celiaquía y, aunque ésta se haya descartado, se demuestra que están relacionados con la ingesta de alimentos con gluten. 

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Lee bien las etiquetas. Los alimentos que contienen trazas de gluten o que no llevan un etiquetado "sin gluten" no son aptos para los celíacos.

 

En qué consiste el tratamiento 

La enfermedad se controla con una dieta permanentemente exenta de gluten para no dañar el intestino delgado y lograr que éste se repare. 

Cereales con gluten. El trigo, la cebada, el centeno y la espelta y el kamut que contienen gluten deben eliminarse de la dieta.

Ojo con las etiquetas. Muchos alimentos procesados contienen gluten añadido que conviene detectar revisando el etiquetado. 

Medicamentos. Hay que tener en cuenta también que el gluten puede estar presente como excipiente en algunos fármacos. 

Cosméticos. La piel de algunas personas celíacas reacciona al entrar en contacto con el gluten y han de estar atentos a la formulación de estos productos. a biopsia del intestino delgado es la prueba 

Las bases para una cocina gluten free 

1. Consumir alimentos naturalmente sin gluten. Las frutas, las verduras, las legumbres, las patatas, el arroz, la carne no procesada, el pescado, el pollo, el marisco, los huevos, el tofu, los aceites, el azúcar, los frutos secos, las semillas, el yogur pueden tomarse sin consecuencias y con ellos se puede elaborar y seguir una dieta variada, equilibrada y saludable. 

2. Trigo sarraceno como sustituto. A pesar de su nombre, este alimento no contiene gluten y puede sustituir al trigo en distintas recetas como el pan. Además, el también llamado alforfón posee un alto contenido proteico. 

3. Tomar quinoa. Es otro excelente alimento a incluir en una dieta sin gluten porque también aporta proteínas y puede sustituir al cuscús y al bulgur. 

4. Utilizar nuevas harinas. La harina de arroz, de garbanzos, de almendras, de mijo, de maíz –y la de alforfón– tienen grandes propiedades nutricionales y no contienen gluten. Puedes utilizarlas para espesar salsas, rebozados o crear distintos postres.  

Hoy en día hay infinidad de opciones para sustituir las harinas con gluten.

 

5. Cuidar las contaminaciones cruzadas. La tostadora y la sandwichera han de ser de uso exclusivo del celíaco. Y es que una cuchara que ha tocado alimentos con gluten ya puede desencadenar síntomas. Lava las superficies con agua y jabón y cocina primero la comida sin gluten. 

6. Pasta de verduras. Además de optar por macarrones o espaguetis elaborados sin gluten, elige los constituidos por verduras como el calabacín o la zanahoria.  

Alimentos para bajar la tensión

Así daña el gluten las vellosidades intestinales 

Por muy pequeña que sea la cantidad de gluten ingerida, el sistema inmunitario de la persona celíaca reacciona y el organismo queda afectado de distintas formas. 

1. Ante el gluten se producen unos anticuerpos y una inflamación. 

2. Las vellosidades del intestino delgado se aplanan y el área disponible para absorber nutrientes queda notablemente reducida. 

3. Esta inflamación puede afectar también los huesos, las articulaciones, la piel, el hígado y el cerebro.