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Los mejores remedios para calmar la tos.

E.M

La tos es un mecanismo de defensa del organismo para expulsar agentes extraños de las vías respiratorias y protegerte así frente a gripes y resfriados. Pero, al ser tan molesta, te contamos cómo desprenderte de ella.

Elimina la mucosidad con vahos de EUCALIPTO

Son un remedio tradicional contra la tos y los expertos confirman su eficacia, ya que el eucalipto tiene propiedades antisépticas que alivian éste y otros síntomas. Si buscas descongestionar y calmar la tos, los vahos con esta planta hidratan las mucosas, por lo que eliminarás fácilmente la mucosidad. Hierve un puñado de hojas de eucalipto, retira del fuego, cubre la cabeza con una toalla e inhala por la nariz y por la boca unos 10 minutos.

Alivia la irritación con JENGIBRE y ZANAHORIA 

 

El jengibre alivia la tos y favorece la expectoración gracias a sus componentes antiinflamatorios. Se suele tomar en infusión, pero una alternativa más apetecible y eficaz es combinarlo con zanahoria. Ésta posee propiedades antitusígenas y altas dosis de betacaroteno, que cuidan las mucosas de las vías respiratorias. Pasa por la licuadora 1 centímetro de raíz de jengibre y una zanahoria. Endulza con una cucharadita de miel de naranjo o de tomillo, que contribuirá a aliviar el picor de garganta.

Para combatir la afonía toma infusión de VIOLETA

Las flores de esta planta han servido de remedio para la tos desde la antigua Grecia por sus propiedades expectorantes. Ayuda a eliminar la mucosidad, alivia la irritación y combate la afonía. Tómala en infusión sola o combinada con malva, amapola y tomillo a partes iguales. Vierte una cucharada de la mezcla en un vaso de agua caliente y deja reposar 10 minutos. Puedes beber tres o cuatro tazas al día.

Las NUECES te protegen y aceleran la recuperación

Las nueces contienen casi el doble de antioxidantes –vitamina E, selenio, cinc y Omega 3– que otros frutos secos. Estos cuatro nutrientes son imprescindibles para las defensas: el cinc mejora síntomas como la mucosidad, los estornudos y el dolor de garganta, mientras que los Omega 3 poseen un efecto antiinflamatorio que beneficia las mucosas de las vías respiratorias. Combínalas con cítricos, una propuesta deliciosa que acortará la duración del resfriado.

Multiplica los beneficios de algunas recetas

Especias. Aderezar las bebidas, infusiones o sopas con clavo, canela, pimienta, chile y jengibre te ayudará a entrar en calor, favorecerá la expectoración y la sudoración y contribuirá a frenar el avance de los virus. 

Miel. Suaviza la garganta y así ayuda a disminuir las molestias provocadas por la tos –según algunos estudios puede ser tan eficaz como los medicamentos antitusivos, sobre todo en niños–. Los posibles efectos antimicrobianos de la miel suman puntos a la hora de recomendarla como endulzante para infusiones o bebidas para acortar la duración de un resfriado.

 

SOPAS Y CALDOS, BASES DE LA DIETA

Aligera tus menús. Para estas afecciones, conviene una dieta suave (es normal que no tengas hambre), tomar abundantes líquidos y evitar los lácteos. Las sopas y caldos de verduras cumplen estos tres requisitos. Otra razón para evitar los excesos es para aligerar las digestiones, ya que el organismo necesita esa energía para recuperarse.

Trucos para hacer un buen caldo casero  

Hidratan y reconfortan. En ocasiones, los resfriados cursan con fiebre, lo que puede provocar una ligera deshidratación y hay que asegurar la ingesta de líquidos, que, además, ayudarán a eliminar la mucosidad. Los caldos caseros son una excelente fórmula para lograrlo. Por otro lado, al tomarse calientes reconfortan y nos ayudan a sentirnos mejor. Sin embargo, no hay que pasarse con la temperatura porque eso supondría una agresión contra la mucosa inflamada.

Nutrientes claves: ¡que no te falten!

Algunas vitaminas y minerales ayudan a mantener alejados a los virus del resfriado o frenan sus síntomas. 

 

Cinc. Tomar 75 mg al día de zinc podría disminuir la duración de los resfriados entre un 20 y un 40%. Encontrarás este mineral en carnes blancas, marisco, pescado, frutos secos, cereales integrales y legumbres.

Vitamina A o betacaroteno. Una de sus funciones es la de mantener en buen estado las mucosas de tus vías respiratorias al favorecer su regeneración y protegerlas de la acción de las bacterias. Pásate a los alimentos de color naranja, como calabaza, zanahoria, albaricoques, etc. para asegurar su aporte.

Vitamina C. No evitará el resfriado (como se creía antes), pero sí se ha comprobado que estimula las defensas, lo que te ayudará a superarlo antes. El kiwi, el pimiento, la papaya, la guayaba o las fresas son los alimentos más ricos en vitamina C.