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Remedios naturales para aliviar el dolor crónico

Este incapacitante síntoma es dos veces más elevado entre las mujeres que entre los hombres y su incidencia aumenta notablemente a partir de los 45 años

Los mejores remedios para aliviar el dolor crónico.

E.M

Si el dolor persiste durante meses y no acabas de encontrar una fórmula que funcione, confía en estos remedios 100% naturales.

CÚRCUMA, un potente antiinflamatorio

 

Reducir el dolor articular (artritis, artrosis, gota, etc.) y muscular (contracturas, lesiones, etc.) es una de las funciones más laureadas de la cúrcuma. Por algo se le conoce como el ibuprofeno natural. Gracias a su poder antiinflamatorio, también actúa sobre los cólicos intestinales, los calambres y el dolor de riñones. Lo ideal es elegir un suplemento combinado con pimienta. Y es que la piperina, el compuesto picante de esta especia, aumenta la absorción de la cúrcuma en un 158%.

CORYDALIS, un analgésico oriental

Desde hace siglos, la medicina tradicional china utiliza el extracto de corydalis, de la familia de las amapolas, como un excelente analgésico. Los extractos preparados a partir de las raíces de esta planta alivian el dolor producido por una lesión, los cólicos menstruales, el dolor abdominal, el síndrome de piernas inquietas, etc. Al tratar la ansiedad y el insomnio, también mejora los trastornos que empeoran con el estrés y la falta de descanso.

HARPAGOFITO, cuando el dolor no remite

¿Sabías que primer motivo de consulta al médico es el dolor en la columna y en las manos o los pies? En estos casos puede ser de gran ayuda tomar harpagofito, una planta de efecto antiinflamatorio y analgésico. En cuadros reumáticos, posoperatorio que se prolongan en el tiempo y traumatismos de lenta evolución, esta planta ofrece una ventaja: en las dosis adecuadas –en extracto seco, de 3 a 5 gramos al día y, en extracto fluido o tintura, 30 gotas tres veces al día– puede tomarse durante largos períodos.

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MATRICARIA, las cefaleas persistentes

Si las migrañas o el dolor de cabeza afectan a tu calidad de vida, prueba la matricaria. Esta planta reduce la formación de los compuestos inflamatorios que causan las molestias, reduciendo la intensidad del dolor y la frecuencia de los ataques. Para que haga efecto, toma un mínimo de 4-6 semanas –dos cápsulas de unos 210 mg de matricaria al día–.

Date un respiro con ayuda de la amapola

 

Algunos activos de los pétalos y las semillas de amapola poseen una gran acción sedante y calmante. 

Semillas. Espolvorea semillas de amapola sobre la ensalada, las cremas de verduras, los salteados, etc. El dolor te dará una tregua y podrás descansar mejor. 

Pétalos. La infusión de pétalos de la amapola –elige la variedad Papaver rhoeas– produce una relajación no muy profunda, pero sí duradera. Alivia el dolor muscular, el neurálgico (herpes zoster,
ciática, etc.), las jaquecas nerviosas, etc.

NUTRIENTES DE ACCIÓN ANALGÉSICA

Ciertos compuestos alivian el dolor y mejoran nuestra calidad de vida. ¡Que no te falten! 

Vitamina D. La carencia de esta vitamina favorece e intensifica el dolor muscular. Intenta hacer baños de sol durante unos 10-15 minutos al día y garantiza la toma de pescado azul, moluscos, setas y huevos.

Omega 3. Promueven un tipo de analgésico natural que mitiga el dolor inflamatorio, propio de la artritis reumatoide, la enfermedad de Crohn o posoperatorios.

Magnesio. Si el estrés agrava cualquier tipo de dolor (cabeza, estómago, cervicales, etc.), refuerza la toma de verduras de hojas verdes, frutos secos, cereales integrales.

Bromelina. Este antiinflamatorio, presente en la piña, alivia el síndrome del túnel carpiano, la sinusitis, etc.

Termoterapia: alivio inmediato

La Fundación Española de Reumatología indica que el frío, a modo de mecanismo de defensa, hace que los músculos se contraigan, lo que agrava los dolores musculares y enfermedades como la fibromialgia. Las lluvias y las bajas temperaturas también intensifican el dolor de tipo reumático.

 

El calor, el mejor refugio. El calor, en cambio, tiene un efecto antiinflamatorio, actúa como un buen relajante muscular y puede reducir la rigidez articular. Por estas razones, alivia el dolor. Para beneficiarte, puedes recurrir a los sacos de semillas calientes. La mayoría de ellos, contienen huesos de cerezo o de oliva, arroz, semillas de trigo, etc. Otra idea es masajear la zona con una pomada a base de capsaicina, la sustancia picante de la guindilla o de la cayena. Realiza un suave masaje durante 5 o 10 minutos, hasta notar la sensación de calor.