Mahatma Gandhi: la apasionante historia del líder de la no violencia
Este año se han cumplido 75 años del asesinato de este abogado, político y activista que, ferviente defensor de la desobediencia civil y la lucha no violenta, que consiguió liderar a su país, la India, hacia la independencia del Imperio británico
Mohandas Karamchand Gandhi nació el 2 de octubre de 1869 en la ciudad costera de Porbandar, en la región india de Guyarat, que entonces era un mosaico de minúsculos principados, cuyos gobernantes tenían un poder absoluto sobre sus súbditos. Su padre, Karamchand Gandhi, era de la casta vaisia (comerciante) y primer ministro de Porbandar. Su madre, Putlibai, fue una de sus mayores influencias: le enseñó el respeto a todos los seres vivos, las ventajas del vegetarianismo y el ayuno y la tolerancia hacia otras religiones y creencias.
Boda concertada a los 13 años
Ejemplo típico de genialidad tardía, fue un alumno nada brillante. "Mi intelecto era más bien torpe", dijo una vez sobre algo que preocupaba a su padre porque éste quería que su hijo le relevara en su puesto, cargo que era propiedad de la familia.
A los 13 años, lo casaron con una niña de su edad llamada Kasturbai, con la que estaba prometido desde la infancia. Enamorado de ella, por ir a tener relaciones ya casados dejó a su padre moribundo la misma noche en que éste falleció. Ese suceso dejó un sentimiento de culpa en Gandhi, que más tarde estaría en contra del matrimonio infantil y a favor de la continencia sexual.
Su familia le envió a Londres para estudiar abogacía y llegó a Inglaterra, cuna de la civilización para él, cuando tenía 19 años y era padre del mayor de sus cuatro hijos. Allí frecuentó un grupo de intelectuales y teósofos, que lo llevaron a leer el gran clásico indio, el "Bhagavad Gita", el "libro por excelencia para el conocimiento de la verdad", según él.
Allí también conoció el cristianismo y leyó los libros de León Tolstói, uno de sus maestros en la teoría de la no violencia. Al volver a la India, su madre había muerto, su familia había perdido toda influencia política y como abogado no le fue bien, por lo que aceptó un contrato para atender un caso en la ciudad sudafricana de Durban, a donde llegó en 1893.
Allí contactó con la colonia hindú, a los que los ingleses llamaban despectivamente samis y que carecían de derechos. Él mismo vivió en su persona el racismo. Eso le llevó a un despacho en Johannesburgo para defender a sus conciudadanos y se quedó 22 años en Sudáfrica. Creó un diario y, durante la guerra de los ingleses contra los bóers, organizó un cuerpo indio de ambulancias.
A partir de 1904, su vida cambió: dejó de vestir a la europea, se volvió muy austero, fundó una comuna y bosquejó la teoría del activismo no violento, que puso en marcha por primera vez para oponerse a una ley que obligaba a los indios a inscribirse en un registro especial. Precedido por la aureola de sus éxitos, Gandhi volvió a la India en 1915, donde fue recibido como un héroe.
Su única posesión material era una rueca para tejer
Bautizado por el poeta Rabindranath Tagore como "Mahatma" (alma grande), fundó una comunidad que prohibía las prendas occidentales, las comidas especiadas y la propiedad privada y donde sus integrantes vivían de lo que cultivaban. Las únicas pertenencias de Gandhi eran una rueca con la que tejía el algodón de sus túnicas y un taburete de mimbre agujereado para hacer sus necesidades.
Su primer objetivo fue dignificar a los intocables, casta sin ningún derecho y entonces no abogaba por la independencia de India, pero, tras viajar por el país, fue calando en él la idea de romper con el Imperio británico.
Entró en política años después, ante la sorpresa de algunos a los que les parecía que su estrategia de la desobediencia civil y lucha pacífica no iba a ningún sitio.
"Existen muchas causas por las que moriría, pero ninguna por la que mataría", escribió en 1927. Pero la sencillez del mensaje de Gandhi caló en millones de indios pobres, que secundaron masivamente la huelga general que convocó, a la que siguieron numerosas manifestaciones, que le llevarían a prisión.
Estuvo encarcelado hasta cinco veces y, en una de ellas, murió su esposa. Su otra arma fueron los ayunos. "Bopu" (el padre), como lo llamaban, hizo 13. "La fuerza no proviene de la capacidad física, sino de la voluntad indomable", decía.
Puesta en marcha la rebelión, las campañas de desobediencia se sucedieron y la población se negaba a aceptar las leyes británicas y a pagar los impuestos. En marzo de 1930, Gandhi inició la que se conocería como "marcha de la sal". Empezó a andar desde la capital hacia el océano Índico, un recorrido de 300 kilómetros al que se le fueron sumando miles de personas, para reclamar el derecho de los indios a producir sal, entonces muy importante porque conservaba los alimentos, que los británicos les habían arrebatado.
Tras un largo y complicado proceso (del que a veces él se distanció), la independencia llegó el 15 de agosto de 1947, con Jawaharilal Nehru como primer ministro.
Gandhi vio entonces, con amargura, que la población musulmana conformaría un país propio: Pakistán. Hizo otra marcha, descalzo, contra ello por las ciudades a las que afectaba la partición y sufrió dos atentados.
Desesperado, intentó reconciliar ambas comunidades con un ayuno extremo, pero que no sirvió de nada.
Asesinado por un fanático hindú
El 30 de enero de 1948, cuando tenía 78 años, un joven hindú que le culpaba de la división de la India se arrodilló ante él durante una oración y le mató con tres disparos.
La nación entera quedó sacudida por la noticia y millones de indios siguieron su caravana fúnebre, mientras que el mundo expresó su dolor por la pérdida de quién demostró que, con el pacifismo, también pueden ganarse muchas batallas.