Pronto
Cerrar

Sara Montiel, la primera española que triunfó en Hollywood

Se acaban de cumplir 10 años de la muerte, a los 85 años, de una de las manchegas más internacionales gracias a su proyección como estrella del séptimo arte. Casada en cuatro ocasiones, llevó la vida que quiso y de la manera que le apeteció

Nereida Domínguez

María Antonia Alejandra Vicenta Elpidia Isadora Abad Fernández nació el 10 de marzo de 1928 en Campo de Criptana (Ciudad Real). Era la hija única de Isidoro, agricultor, y María Vicenta. Tenía tres hermanos: Elpidia, José (muerto de tuberculosis a los 26) y Ángeles, de su padre. Su madre tenía otro hijo, Antonio, nacido soltera.

La familia era humilde y ella solía decir: "Nací pobre pero hermosa". Nació por milagro, ya que su madre se sometió a un aborto pero perdió un feto, las gemelas sobrevivieron.

Con 7 años se mudó a Orihuela (Alicante) con su familia, su padre trabajaba como mayorista de vinos. Durante la Guerra Civil, su madre dio a luz un niño que murió a los 11 meses. Asistió a un colegio de monjas donde aprendió labores del hogar, que luego usó para ayudar a su familia como costurera.

Descubierta cuando cantaba una saeta

El Viernes Santo de 1941, una persona se atrevió a cantar una saeta con tanto sentimiento que llamó la atención de José Ángel Ezcurra, dueño de Radio Mediterráneo y conexionado con Cifesa, una gran productora de cine. Uno de sus propietarios, Vicente Casanova, quedó encantado y le pagó clases de canto y declamación.

En 1942, se mudó a Madrid y, dos años después, apareció en la película "Te quiero para mí" bajo el nombre artístico de María Alejandra. Su representante, Enrique Herreros, la convirtió en una estrella con el nombre de Sara Montiel y la enseñó a maquillarse, caminar con tacones y elegir vestuario.

Su primer papel principal fue en "Empezó en boda" (1944) con Fernando Fernán Gómez. Con las 7.000 pesetas ganadas compró un sombrero, corbata, zapatos para su padre y copas de cristal para su madre.

Vivió un amor imposible con un científico alemán que la llevó a un intento de suicidio, pero solo sufrió contusiones. Conoció al dramaturgo Miguel Mihura, quien le enseñó a leer y la hizo protagonizar "Locura de amor" (1948).

Mihura le aconsejó ir a las Américas y aterrizó en México, participando en 14 películas entre 1950 y 1955. Allí conoció al poeta español León Felipe, quien la enseñó a leer y escribir.

Durante un rodaje en Cuba conoció a Ernest Hemingway, quien le enseñó a fumar puros, afición que le duró toda la vida.

El científico Severo Ochoa, su gran amor

En 1951, con 23 años, viajó a Hollywood como cantante de relleno en la orquesta de Agustín Lara. Max Arnow, descubridor de Rita Hayworth, la vio actuar y le comentó: "He visto sus películas. Eran malas, pero de usted sabían sacar un gran talento".

Le ofrecieron un contrato con la Columbia, pero lo rechazó porque le prohibía casarse o tener hijos. Ese mismo año conoció en Nueva York al premio Nobel Severo Ochoa, a quien describió como "el amor de mi vida con el que estuve cuatro años, pero lo tuvimos que mantener en secreto porque él estaba casado. Fue un amor imposible". La familia del científico desmintió su romance.

En 1954, Sara sufrió su primer aborto, perdió su hija en el séptimo mes de gestación mientras tenía un romance con un miembro del Partido Comunista español.

Ese mismo año, regresó a Hollywood para rodar "Veracruz" con Burt Lancaster y Gary Cooper.

Con Gary Cooper y Burt Lancaster, con los que hizo la película "Veracruz", su primer trabajo en América.

Contratada para "Serenade", dirigida por Anthony Mann, conoció a Elizabeth Taylor y James Dean, con quien fue fotografiada horas antes de su muerte en un accidente de coche. Se enamoró de Mann y se casaron en el hospital en marzo de 1957 después de un infarto de él.

Durante su estancia en EEUU, conoció a Alfred Hitchcock, Marilyn Monroe, Joan Collins, Audrey Hepburn y se impactó por la belleza de Greta Garbo. Tuvo una anécdota divertida con Marlon Brando, quien se presentó en su casa a las 5:30 am para que le hiciera huevos fritos con ajo al estilo manchego.

Acababa de rodar "Yuma" en Hollywood cuando Juan de Orduña la propuso para "El último cuplé". Se rodó con bajo presupuesto en Barcelona por tres meses. Sara tuvo que susurrar, más que cantar, los temas porque nadie aceptó doblarla sin pago inmediato.

Contra todo pronóstico, la película fue un éxito y encendió su estrella como intérprete y cantante. Firmó un contrato por cuatro películas con un caché de 23 millones de pesetas y protagonizó "La violetera", "Carmen la de Ronda", "Mi último tango" y "Pecado de amor". Fue adorada por el público.

"Intenté e intenté parir, pero no pude"

El dinero ganado lo invirtió en la compra de inmuebles en Madrid, pinturas y joyas. A su regreso a Hollywood perdió otro hijo. "He tenido 11 abortos, el último a los 51 años. Intenté y intenté tener un hijo, pero no pude. En 1959, estuvo a punto de lograrlo. Tenía una barriga enorme de ocho meses y un día, al salir del estudio de mi marido, me caí sentada. Me reí, pero a las pocas horas empecé a sangrar. Me hicieron una cesárea. El bebé había muerto en el momento en que me caí. Me dijeron que tendría secuelas debido al edema de quint y así fue. Me quedaba embarazada, pero a los tres, cuatro o cinco meses... los perdía a causa de una inflamación en los tejidos blandos", explicó en una ocasión.

Después de un romance con el actor Maurice Ronet (su compañero en tres películas) y con el fotógrafo Mario Montuori, se divorció de Mann en 1963. Al año siguiente, se casó en Roma con el empresario Vicente Ramírez Olalla, "pero nuestro matrimonio duró apenas dos meses porque era machista, quería que dejara mi carrera y se apropió de parte de mi dinero".

Sara Montiel, el día de su boda con Vicente Ramírez Olalla.

Pepe Tous fue el hombre de su vida

En el rodaje de "La Dama de Beirut", la actriz se relacionó con Giancarlo Viola, un actor italiano casado y padre de una hija recién nacida, con quien mantendría un romance intermitente hasta su muerte.

Contrariamente a lo esperado, Sara quedó embarazada, perdió de nuevo el bebé y Viola regresó a su familia. La actriz quedó tan afectada que intentó suicidarse con pastillas.

Otro momento trágico fue en 1969, cuando cayó en una profunda depresión después del fallecimiento de su madre. Volvió a estar con Giancarlo, pero en 1970 conoció al empresario mallorquín Pepe Tous, sin duda el hombre de su vida, y nueve años después, después de divorciarse de su segundo esposo, se casó por tercera vez.

Sara Montiel y Pepe Tous con sus dos hijos.

En esa época, ya había dejado la industria cinematográfica porque no le gustaba el desnudo. Sus últimas películas fueron "Esa Mujer" (1969), "Varietés" (1971) y "Cinco Almohadas para una Noche" (1975).

Después de un nuevo aborto, ella y Pepe adoptaron a Thais (1979) y a Zeus (1982).

Profesionalmente, se dedicó a grabar discos, actuar en espectáculos musicales como "Doña Sara de la Mancha" y "Saritízate", y en programas de televisión como "Sara y Punto" y "Ven al Paralelo".

Durante la grabación de "Ven al Paralelo" en 1992, su adorado Pepe Tous falleció a causa de un cáncer. Viuda y con dos hijos pequeños, Sara encontró la fuerza para seguir adelante. Giancarlo regresó a su vida y 17 meses después de su viudez, anunció que se casarían, pero la boda no se llevó a cabo.

Tony Hernández, de admirador a marido

Durante un viaje a Cuba, Sara conoció a Tony Hernández, un admirador ambiguo que trabajaba en la escuela de cine de San Juan de los Baños. Era 35 años menor que ella y se casaron por cuarta vez el 17 de octubre de 2002, vendiendo la exclusiva de la boda a una revista y entrando en el circo mediático.

En julio de 2003, el matrimonio se disolvió porque Sara quería recuperar el cariño de sus hijos, de los que se había distanciado. Tras la separación, Sara acusó a su exmarido de robarle y él se prodigó por los platós de televisión explicando intimidades.

Después del divorcio, era habitual ver a Sara en los saraos de Madrid, paseando a su perro en los alrededores de su residencia en el barrio de Salamanca y realizando algunas actuaciones en directo, así como apariciones estelares en vídeos musicales.

En 2002, protagonizó el anuncio para los premios MTV Europe Music Awards, en 2009 grabó con Fangoria una versión de su canción "Absolutamente" y colaboró en un vídeo de su hijo Zeus, que intentaba abrirse camino como cantante.

En 2011, regresó al cine, tras 40 años de ausencia, con "Abrázame" y realizó una minigira por Estados Unidos para ser homenajeada.

Durante los últimos meses de su vida, tuvo varios altibajos. Aún coleaba el juicio interpuesto a su hombre de confianza Francisco Fernández por un presunto delito de estafa, se decía que estaba arruinada y había puesto su ático en venta, tenía artrosis, problemas de visión, vivía semirecluida y parecía tener una nueva ilusión con José Ramón Román, un profesor de canto 10 años más joven que ella.

Tras su inesperado fallecimiento el 8 de abril de 2013 en su casa por causas naturales, Sara Montiel ha sido recordada como una de las grandes divas del cine español y la precursora de las actrices que después triunfaron en Hollywood.