Isabel Pantoja: así continúa la misteriosa venta de Cantora
Dos empresarios se disputarían la propiedad por más de 5 millones de euros. ¡Te contamos las últimas novedades!
Una finca con mucho potencial. No se sabe si Ia cantante ha llegado ya a un acuerdo con pequeños empresarios a los que tendría alquiladas algunas zonas de la finca para la cría de ganado o labores agrícolas. Kiko Rivera asegura no saber nada de la supuesta venta de Cantora.
Han hecho un pacto de silencio, juegan al despiste, se hacen los desinformados para esconder la realidad... Los rumores apuntan a que ya hay firmado un contrato de arras para la venta de la icónica finca Cantora. Incluso se deja entrever que el empresario que quiere hacerse con la propiedad podría haber concretado una oferta de casi 5 millones de euros, cantidad que parece excesiva, aunque se incluya en el negocio el ático que todavía conserva Isabel Pantoja en Fuengirola.
Pero las noticias al respecto son contradictorias. Mientras en 'Viva la vida' se aseguró que la tonadillera y su hijo, Kiko, al fin y al cabo dueños de la finca, han llegado a un acuerdo para venderla, el mismo Kiko y su esposa Irene niegan rotundamente lo anterior. El "dj" lo deja muy claro: "No sé nada de esa venta, a mí nadie me ha llamado ni ha contactado conmigo".
2 millones de euros en juego
Fue José Antonio Avilés el que desveló en "Viva la vida" que "se ha firmado un contrato de arras con un comprador del que se desconoce su identidad, por un precio de 4.700.000 euros". De ellos, 650.000 euros corresponderían al ático de 250 metros cuadrados de la artista en Fuengirola.
También Agustín Pantoja ha contado a su entorno que no existe ninguna venta. El hermanísimo e Isabel esconden lo que otros dan por hecho.
Surgen varias incógnitas: ¿Mienten Agustín y su sobrino porque les han pedido confidencialidad? ¿Informarán de la venta cuando esté todo firmado y pagado? ¿En el presunto contrato de venta se incluye la cancelación de las deudas hipotecarias contraídas por la Pantoja?
Otro de los rumores apunta a que Kiko daría el visto bueno a la venta, solamente si el comprador asume dichas deudas. No quiere que se perpetúen en el tiempo, porque él se desvincula totalmente de las cantidades que debe su madre.
Esta imagen entre Isabel y su hijo Kiko es difícil que se vuelve a dar.
Por otro lado, parece ser que existe un segundo empresario interesado, un ciudadano marroquí con negocios en nuestro país que habría ofrecido alrededor de 7 millones de euros. Pero su oferta llegó en segundo lugar y, en caso de que ya se haya firmado un contrato de arras, hay que cumplirlo, con lo que la cantante y su hijo perderían 2 millones.
La finca se ha convertido en una jaula de oro para Isabel
La Pantoja se negó sistemáticamente durante años a desprenderse de la propiedad, incluso hizo oídos sordos a su hijo, que había contactado con un grupo inversor que tenía planeado montar en la finca modernos molinos de energía eólica.
Su madre siguió dando un "no" por respuesta, con la excusa de que no escucharía ofertas mientras doña Ana, su progenitora, estuviera viva. Pero su muerte ha cambiado la situación radicalmente.
Una fuente cercana a la artista nos revela que "Isabel quiere recuperar su carrera, volver a los escenarios, y Cantora se le queda chica. Hace unos días le comentó a su hermano que, cuando vendan la finca, podrían utilizar lo que quede de beneficios para comprarse una casa en Madrid y otra en México o Argentina. De hecho, le están saliendo más contratos fuera de España, como esa gira que hará después del verano por Estados Unidos y allí le pagan mucho más que aquí…".
El confidente añade que "la finca es como una jaula de oro para la tonadillera que pasa las horas metida en su habitación o dando paseos por los aledaños de la casa. Con la desaparición de su madre se le acabaron las ilusiones por disfrutar de la propiedad. Se ha dado cuenta de que tiene que abrirse al mundo, y el éxito obtenido en Latinoamérica le ha devuelto su carácter de diva. Los fans son su mejor bálsamo".
Isabel está harta del acoso periodístico, lleva mucho tiempo sin conceder entrevistas y huye de la prensa. Con lo ganado en la anterior gira por Argentina, Chile y Perú, hizo frente a algunas de sus deudas, como la de 100.000 euros contraída con un empresario que le prestó ese dinero. No hizo lo mismo con la quiosquera Loli, a la que debe desde hace años 76.000 euros. La octogenaria, ya jubilada, ha llevado el asunto a los tribunales.
La periodista Beatriz Cortázar aclara algunas dudas: "El precio de venta de la finca lo marca el mercado. Es verdad que Isabel está haciendo caja, pagando deudas, y a la vuelta del verano hará una gira por Estados Unidos. Si, además, vende Cantora, y le va bien en América, pasará más tiempo allí que aquí".
Para situar a nuestros lectores, Cantora consta de 500 hectáreas, ubicadas entre Medina Sidonia y Vejer, en Cádiz, de ellas, 2.000 metros cuadrados construidos, un cortijo en el que la cantaora ha vivido durante cuatro décadas.