Carolina de Mónaco y sus hijos, más unidos que nunca
La hija de Grace de Mónaco, Carolina de Mónaco, inauguró la 69ª edición de la cita monegasca a la que el príncipe Alberto llegó de la mano de su esposa, Charlene

Carolina de Mónaco, que iba de Chanel.
Un año más, el diminuto principado de Mónaco ha celebrado el tradicional Baile de la Rosa, destinado a recaudar fondos para la Fundación Princesa Grace. Este año, la Sala de las Estrellas del Sporting Club de Montecarlo se convirtió, gracias al diseñador Christian Louboutin, en un pedazo del Caribe, con sus palmeras y su selva tropical, y se llenó de ritmo con la música de Earth Wind and Fire y la actuación de más de 50 artistas.

Presidiendo la gran fiesta, a la que asistieron 800 invitados previo pago de 1.800 euros cada uno, estuvo la princesa Carolina, con un vestido de escote asimétrico de Chanel, que resaltaba su serenidad y la belleza natural de sus 68 años.

Charlene, de Dolce & Gabbana, con Alberto.
A su lado estuvieron el príncipe Alberto, con su esposa, Charlene, que acudió por segundo año consecutivo tras una década sin asistir, demostrando que sus problemas de salud parecen ir mejorando.
Alexandra, muy enamorada

Alexandra con su prometido, Carlota, Beatrice Borromeo y Andrea y su esposa, Tatiana.
No faltaron a la cita tres de los cuatro hijos de la princesa de Hannover. Andrea asistió con su esposa, Tatiana Santo Domingo; Carlota, que iba, como su madre, de Chanel, llegó con su cuñada y amiga, Beatrice Borromeo, que optó por un Dior para su primer Baile de la Rosa sin su marido, Pierre Casiraghi, el gran ausente; y Alexandra estuvo muy bien acompañada por su prometido, Ben Sylvester Strautmann.

Sin duda fue una gala muy especial para la familia real de Mónaco.