La historia de esta familia la resume la madre, Keri Redfearn, con una frase: «Si puedes imaginarte tu peor pesadilla y multiplicarla por 100, así es como me siento». Y es que dos de sus tres hijos tienen cáncer. Primero se lo diagnosticaron al mayor, Leo, de 10 años, un neuroblastoma. Luego le tocó al mediano, Oliver, de 6 años, un linfoma de no Hodgkin, un tipo de cáncer que afecta al sistema linfático.
La vida de los pequeños ha cambiado por completo y ahora luchan juntos por superar esta tragedia que empezó hace ya casi un año. Y, dentro de la gran adversidad que les ha tocado vivir, ambos están demostrando ser un gran apoyo mutuo durante los duros tratamientos a los que deben someterse.
Keri ha decidido contar la pesadilla que está viviendo para concienciar a la sociedad sobre el cáncer infantil y apoyar a una organización benéfica, Candlelighters, que les está ayudando mucho a llevar lo mejor posible esta terrible experiencia.
Esta emotiva historia en la revista Pronto esta semana.