Anna, la hija de Paz Padilla, arrepentida de la reforma de su casa: así ha quedado
La influencer Anna Ferrer revela los fallos que más le pesan de su nueva casa en Madrid, desde su vestidor hasta el baño

Anna Ferrer Padilla.
Anna Ferrer Padilla, hija de Paz Padilla, ha sorprendido a sus seguidores con una confesión sobre los problemas que ha enfrentado tras mudarse a su nuevo piso en el centro de Madrid. La influencer, que hace unos meses emprendió la aventura de ser propietaria junto a su pareja, Mario Cristóbal, ha compartido los errores que no volvería a cometer en una reforma, dejando claro que la experiencia no ha sido del todo perfecta.
Los cuatros errores en la reforma de la casa de Anna Ferrer
Uno de los mayores inconvenientes fue mudarse antes de que las obras estuvieran terminadas, pues, tal y como Anna Ferrer Padilla asegura, ella tenía que irse del piso en el que estaba. “El día que yo llegué con la mudanza, había ocho personas haciendo la reforma", empieza relatando.
"No había lavabo, no había fregadero porque se había roto la encimera, nos lavamos los dientes en la ducha”, explicó Anna, mostrando la complicada situación con la que arrancó su nueva etapa.

Anna Ferrer Padilla, en su nueva casa.
Entre los errores más frustrantes, la influencer señaló la mala distribución de su vestidor, una habitación que no cumple con sus expectativas. “Ya me dijeron que era muy difícil elegir bien la estructura interna del armario y está todo mal. Solo tengo un armario para poner los vestidos largos”, ha confesado.

Anna Ferrer Padilla, en su nueva casa.
“¿Qué pasa? Que es el que está al lado de la puerta y es el de los abrigos, porque no tiene sentido que los ponga al fondo de la habitación; los cajones son muy pequeños y no me caben bien las camisetas. Mi vestidor lo tiraría abajo y lo volvería a hacer de nuevo”, reconoció Anna Ferrer Padilla con sinceridad.

Anna Ferrer y su chico, en la cocina de casa de Paz.
Anna Ferrer Padilla también lamenta las decisiones estéticas y funcionales que tomó en otras estancias. Desde el color de las paredes en el baño, que se ensucian con facilidad y, por lo tanto, asegura que tendría que haber optado por los azulejos, hasta los puntos de luz mal ubicados.
A pesar de las dificultades, la hija de Paz Padilla admite que esta experiencia ha sido todo un aprendizaje y sigue disfrutando de esta nueva etapa y de su hogar, que poco a poco va adaptando a sus necesidades.