No pudo más. Aunque David siempre se ha caracterizado por su prudencia respecto a su vida privada y ha huido siempre de los escándalos, haciendo gala de su gran humildad, al final, ha acabado estallando.
Tras meses de estar en el centro de la polémica por su «mala» relación con la madre de su hija, Elena Tablada, con cruces de acusaciones entre ambos en los que también se vio implicada su mujer, Rosanna Zanetti, y con una exclusiva por enmedio en la que Elena sacaba a relucir los «trapos sucios», el cantante ha decidido romper su silencio. Y lo ha hecho cuando el tema ha salpicado a una de las personas que más quiere en el mundo: su madre.
Tras las declaraciones telefónicas de María Ferre en «Sálvame», en las que defendía a su hijo y criticaba a Elena Tablada, el cantante confesó lo siguiente en la gala benéfica contra el sida a la que asistió: «De mis asuntos personales nunca hablo, pero esta vez he de decir algo muy importante: se ha engañado a mi madre. Ella es una persona mayor, que no está al 100%, y estas cosas le afectan. Mi madre se merece un respeto. Yo no he elegido esto. Mi profesión es la música y de mí no tendréis unas declaraciones, porque no es mi trabajo ni voy a ganar dinero con ello». La polémica está servida.