Ismael Beiro desvela el extraño favor que le pidió Quique San Francisco antes de morir

Es un hombre polifacético: monologuista, escritor, proyecto de político... Ismael Beiro se ha convertido en mucho más que el ganador de un concurso hace ya dos décadas. El exgranhermano ha hablado en exclusiva con Pronto.es y nos ha contado cómo le ha cambiado la vida después de GH.

Además, nos ha confesado una curiosa y bonita anécdota sobre uno de sus amigos, el fallecido Enrique San Francisco.

"Tengo la virtud de no tener problemas"

PRONTO.ES: Han pasado más de 2 décadas desde que ganaste Gran Hermano. Has escrito un libro, te postulas como alcalde de Cádiz... ¿Cómo te ha cambiado la vida?

ISMAEL BEIRO: Evidentemente la vida me ha cambiado y yo presumo de que para bien, en condiciones normales todo el mundo busca que su vida sea mejor cada día, y oiga, no se lo va a creer, pero yo tengo una virtud de la que presumo, que es no tener problemas, porque cualquier dificultad entra en mi "máquina de buscar soluciones", y no descanso hasta encontrarla. Y, además, a todo esto súmale que no sé decir que no a ningún reto, y si es para sumar al bienestar de los demás, ya sea desde un escenario televisivo, literario o de servicio público...

P: Estás haciendo varios bolos por toda España como monologuista. ¿Prefieres los escenarios o la televisión?

I.B.: Me encanta el directo sea cual sea la ventana, el teatro es mucho más canalla, te permite gobernar tu tiempo. El directo en televisión es igual de rápido que en el teatro y más divertido que un espacio grabado porque estás alerta y en estado natural constantemente.

P: Respecto a tu libro, ¿tienes en mente otro proyecto editorial? ¿Iría en la misma línea o prefieres no encasillarte en el tema de las finanzas?

I.B.: Le he cogido el rollo a esto de escribir, y mi siguiente novela tiene que ser un homenaje al segundo libro más vendido de la historia después de la biblia... Un Quijote de este siglo.

"Varios grupos políticos se han acercado a mí para formar un equipo"

P: ¿Cómo llevas tu proyecto político? ¿Te ves con posibilidades para 2023?

I.B.: Te voy a contar un secreto, son varios los grupos políticos que se han acercado a mí con la intención de formar un equipo, crear un objetivo y subirnos al puente de este fantástico crucero llamado Cádiz. Sólo hay que darse una vuelta por el resto de las capitales de provincias de este país, y sin ir más lejos de Andalucía, para darse cuenta de cómo han evolucionado en tecnología, empleo, comunicación, transporte, turismo, una ciudad mejor donde vivir todos en armonía en un espacio único por sus paisanos, su clima y su fantástico carácter, amable y auténtico...

P: Hace poco Rosario homenajeaba a Enrique San Francisco, cuando recogió la Medalla de Oro. Hace unas semanas, vimos que acudiste a la inauguración de su teatro en Madrid. ¿Cómo lo viviste? ¿Cómo era la relación que teníais?

I.B.: Enrique era para mí como un hermano mayor, siempre atendía con mucho cariño a todo el mundo. Le encantaba dar lecciones, claves para poder enganchar al público encima de unas tablas, y hasta se divertía engañándome, lo peor de todo es que yo me daba cuenta, y siempre le seguía el rollo. Le encantaba que nos reuniéramos sentados en los pies de su cama, ahí pasábamos la mayoría del tiempo todos los amigos que íbamos a verle, era un ser especial, tan especial que no volverá a repetirse otro Enrique San Francisco en este mundo. Recuerdo que un día me dijo, 'gordo, mi cuerpo pide tierra'. Y extrañado le pregunté, 'Enrique, ¿qué quieres decir con eso?'. 'Que voy a durar poco en este mundo'. Y lo típico que solemos decir en nuestra tierra, 'bicho malo nunca muere'. Me comentó, 'Hazme un favor, si muero antes que tú, méteme en la caja una lata de cerveza'. Y allí iba yo con la misión que me había encomendado Enrique, después de estar todos sus amigos velándolo durante toda la noche ahí iba yo disimuladamente a meterle una lata en la caja. Y cuando voy a depositarla, con mucho disimulo, me di cuenta que dentro de su caja había más de 20 latas, con lo que empecé a reírme y mirándole a la cara le dije: 'Enrique, eres único, picha, cuánto te voy a echar de menos...'. Y se fue con sus más de 20 latas de cerveza al cielo de los artistas.