EXCLUSIVA Víctor Elías: "Sin mi recuperación, mi historia con Ana Guerra no hubiera sido tan sólida"
En esta entrevista exclusiva para Pronto.es, Víctor Elías se sincera sobre su vida, sus adicciones, su carrera, 'Los Serrano' y su historia de amor con Ana Guerra

Víctor Elías lleva toda su vida delante de las cámaras, pero su historia personal va mucho más allá de la televisión. Desde su inolvidable papel de Guille en 'Los Serrano' hasta su consolidación como músico, Víctor Elías ha decidido plasmar su vida en una obra de teatro y un libro en los que muestra su lado más íntimo.
En esta ENTREVISTA EXCLUSIVA para PRONTO.ES, el intérprete habla de su transformación profesional y personal, su lucha contra las adicciones, su historia de amor con Ana Guerra y el significado que tiene para él haber compartido su camino con compañeros como Fran Perea y Natalia Sánchez, de 'Los Serrano'. Además, nos cuenta cómo ha sido la recepción de su historia y qué le diría al Víctor Elías de 13 años.
Víctor Elías nos habla de 'Yo sostenido': la historia de su vida

PRONTO.ES: ¿Cómo ha sido el proceso de contar tu libro, ‘Yo sostenido’, en una obra de teatro?
VÍCTOR ELÍAS: Bueno, realmente fue al revés. Primero la obra de teatro. Me apetecía volver a actuar porque hacía mucho que no actuaba y quería hacer algo sobre mi vida. Dije: "Bueno, pues quién mejor para dirigirlo que Fran Perea, que la ha vivido conmigo completa, ¿no?". Y es verdad que yo siempre quería hacer una cosa un poco más tipo stand-up comedy, pero hablando con Fran me dijo que había que teatralizarlo más, y la verdad es que menos mal... ¡Bendita decisión!
Ahí es cuando entra en juego Feelgood Teatro, que es la compañía de Fran y Javier Márquez, que es el actor que está conmigo en la función. Y bueno, lo escribió todo Pablo Díaz Morilla, que es quien luego ya coescribió conmigo el libro. O sea, realmente el proceso fue como al revés de lo normal, ¿no?, por así decirlo.

P.: ¿Qué te motivó a contar tu vida en el libro, habiéndolo hecho ya encima de los escenarios?
V.E.: Pues un poco por estos trenes que pasan en la vida, que dices: "O lo cojo o no pasa más". Y es que, de repente, casualidades de la vida... Empiezo con la obra y me escriben Andrea y Ángeles, una de las editoras de Planeta: "Oye, hemos pensado en escribir un libro sobre tu cambio de actor a músico". Y yo les dije: "¿Pero habéis visto mi función de teatro?".
Y ellas no la habían visto, me dijeron: "No, no, se nos ha ocurrido aparte". Y dije: "Jo, esto es un poco como destino, ¿no?". Y bueno, pues me subí al tren y hasta hoy. Pero la verdad es que estoy feliz, contento. Ya llevamos como un año y tres meses, o un poquito más, con este proyecto.
Estamos en la segunda temporada aquí, nos quedan muy poquitas funciones. Y el libro va bien, estoy contento. Sobre todo recibo un feedback muy bonito de la gente, que al final, bueno, también se hace un poco con esa intención.
Víctor Elías: "En esta función tratamos mucho los prejuicios"

P.: ¿Qué te llevó a pasar de seguir un guion de ficción a contar una historia real, como es la tuya?
V.E.: Bueno, era un poco las ganas, básicamente, de contar mi historia. Al final, es verdad que en esta función tratamos mucho los prejuicios, los míos propios también. A veces vemos a alguien en la tele y pensamos que le ha ido siempre muy bien, o vemos a alguien con un coche muy bonito y pensamos que tiene mucho dinero.
Son prejuicios que tenemos de manera inconsciente. Y bueno, esta era una forma de contar todo aquello que me pasó mientras no se me veía.
P.: ¿Qué adaptación has hecho de la obra al libro?
V.E.: Bueno, hay bastante adaptación. Evidentemente, la obra es mucho más teatral. Hay una parte poética escrita por Pablo, además preciosa, que te lleva a otros mundos. El libro es mucho más narrativo, aunque también tiene esa parte poética y está mucho más desarrollado.
Víctor Elías: "Era una forma de intentar quitarme la vergüenza"

P.: ¿Cómo ha recibido la gente tu historia?
V.E.: He escuchado comentarios muy bonitos.
P.: ¿Alguno que te haya marcado en especial?
V.E.: Todos me marcan, porque en el momento en el que alguien se molesta en decirte que le ha gustado tu libro o tu función, ya me marca. Pero creo que lo más bonito que recibo es cuando la gente me cuenta su historia. Porque a mí me ayuda a sentirme más sostenido cuando la gente me cuenta la suya, y coincidimos en mil cosas. Te ayuda a saber que no estás solo y a ver que hay problemas que compartimos todos.
P.: ¿Por qué decidiste contar la complicada situación que tenías con tus padres? ¿Cómo lo pudiste gestionar?
V.E.: Pues lo he contado un poco por lo mismo, por no sentir vergüenza. Porque a veces, cuando vemos a alguien con un problema, nos da vergüenza casi hasta ayudarle, para que ellos no se sientan mal.
En el caso de las adicciones, también nos da vergüenza vivirlo en primera persona. Entonces, de repente he creído que poder abrirlo, que ahora por suerte ya se está abriendo cada vez más, era una forma más de intentar quitarme la vergüenza, pero casi de una manera egoísta. Como diciendo: "Oye, es que la vida es así".
Víctor Elías y su paso por 'Los Serrano'

P.: Hay ciertos momentos, de los complicados, que coincidieron con tu trabajo en Los Serrano. ¿Cómo recuerdas tu paso por la serie, siendo Guille?
V.E.: Como una maravilla. Siempre digo que para nosotros fue una carrera universitaria. Fueron cinco años, fue un grado en interpretación, en relaciones laborales... Un grado en todo, en comunicación audiovisual. Pasar por la universidad con la oportunidad de formar una familia durante esos cinco años, que ahora, todavía a fecha de hoy, se mantiene.
P.: ¿Crees que el final de ‘Los Serrano’ era el más adecuado? ¿O crees que otro final hubiera sido mejor?
V.E.: Yo lo he dicho muchas veces ya: a mí me encantó ese final. Para nosotros fue muy especial poder volver a vivirlo como la primera vez. La verdad es que fue muy bonito.

P.: Justamente en ‘Los Serrano’ es donde pudiste conocer a Natalia Sánchez. ¿Cómo gestionáis poder veros con vuestras agendas tan apretadas?
V.E.: Nos cuesta vernos, la verdad. Es una pena, pero bueno... Somos familia y la familia está ahí siempre, en cualquier momento. Aunque a veces sea complicado verse, siempre nos sentimos cerca. Intentamos mandarnos algún WhatsApp, alguna conversación por teléfono, pero es más complicado vernos más de lo que nos gustaría.
Con Fran me veo más a menudo porque compartimos muchos proyectos y somos socios en varias cosas de trabajo. Si no, también por desgracia sería complicado vernos.
Víctor Elías y Ana Guerra: su historia de amor

P.: ¿Cómo fueron tus principios con Ana Guerra?
V.E.: Bueno, por suerte fueron laborales, que yo creo que es lo que ha hecho que podamos seguir trabajando juntos, que nos entendamos bien en el trabajo y que lo separemos también.
Al final, cuando tienes claro cuáles son los roles de cada uno, las dos cosas se llevan muy fácilmente. A mí nunca me ha costado, aunque hay gente que dice que es complicado trabajar y convivir como pareja. A mí, al revés, es una de las personas con las que más a gusto trabajo.
P.: ¿Encajasteis desde el primer momento, Ana Guerra y tú?
V.E.: Al principio, bueno, pues tuvimos alguna riña, que también la cuento en el libro. Pero bueno, fíjate, al final, los que se pelean, se desean.

P.: ¿Y en qué momento dijiste: "Oye, que la estoy empezando a mirar con otros ojos"?
V.E.: Bueno, al final fue un proceso. Pero sí que es verdad que hubo un momento con la canción ‘Complicidad’ de Vanesa Martín. Estábamos haciendo un trabajo y mencionamos esa canción. Cuando la mencionamos, Ana dijo: "Bueno, la que nos falta", y yo le respondí: "No, la que nos sobra".
Hubo ahí un primer contacto visual... Y bueno, luego vino el proceso lógico de ver mariposas, de volar, de sentirse en una nube... Y hasta hoy seguimos en esa nube.
P.: ¿Vais a sacar algún tema juntos?
V.E.: No, no. Igual que trabajamos juntos, tenemos las carreras separadas. Ana ya tiene una carrera preciosa e inmensa, y en ese sentido intentamos no mezclarlo. Soy su director musical en directo, pero en estudio trabaja con otros productores y compositores, porque también es la forma de poder seguir nutriéndonos.
Víctor Elías, sobre Ana Guerra: "Decidió luchar conmigo"

Ana Guerra y Víctor Elías.
P.: ¿Cómo recuerdas vuestra boda?
V.E.: La recuerdo preciosa. La verdad es que pasan tantas cosas después y tan rápido que dices: "Parece que fue hace diez años", y fue hace poco. Pero bueno, por cómo estoy con ella, para mí es como si lleváramos juntos un mes.
Pero es verdad que la boda fue como... ¡Ostras, la boda! La volvería a vivir feliz, la verdad.
P.: ¿Cómo reaccionó Ana al saber que fuiste adicto?
V.E.: Fue muy valiente. Decidió luchar conmigo con esto, con esta enfermedad, que por suerte ya se habla como tal. Decidió que se podía luchar y que estaba dispuesta a luchar conmigo.
Yo creo que, al final, lo que más me ha servido en este tema es reconocerme y poder exponerlo. Te ayuda a poder esquivar algunas cosas y también te ayuda a que los demás te ayuden, te sostienen.
P.: Como en tu libro y en tu obra de teatro.
V.E.: Exacto.

P.: ¿Y cómo ha sido el papel de Ana Guerra en este proceso de sanación?
V.E.: Bueno, es que por suerte la conocí cuando yo ya estaba en un proceso de recuperación largo. Si no, probablemente la relación no hubiera podido ser tan sólida y consolidada como lo es ahora.
Al final, es uno de los regalos que me ha dado estar en recuperación: el poder encontrar una pareja así.
P.: ¿Qué futuros proyectos tienes en mente?
V.E.: Bueno, pues este verano, por suerte, hay mucho trabajo. Sigo con mis direcciones musicales en festivales, con los artistas con los que giro, estoy haciendo música para televisión... Así que bien, contento, con los brazos abiertos a todo el trabajo que quiera venir y muy feliz.
Víctor Elías: "Le diría a mi yo de 13 años que hiciera lo mismo"

P.: ¿Qué le dirías al Víctor Elías de 13 años? ¿Qué consejo le darías?
V.E.: Creo que le diría que hiciera un poco lo mismo. Hombre, quizás haberla cagado un poco menos con algunas cosas, evidentemente, pero no me arrepiento. Me arrepiento de errores que he cometido, pero de errores que no han sido míos, que he cometido bajo la adicción. Entonces, no me voy a exculpar, pero es como que ya no pertenece 100% a mí. Pero del resto, le diría que hiciera lo mismo.