Jesús Olmedo: "Si no llego a ser actor, habría estudiado Medicina"
Saboreando el éxito de la serie "Sueños de libertad", el sevillano tiene previsto rodar una película después del verano

Le vemos en la serie revelación de Antena 3, que se emite cada tarde, ‘Sueños de libertad’, donde interpreta un papel que le resulta muy familiar, el de un médico.

Esta producción está generando muchas alegrías al actor, conocido también por sus actuaciones en series tan emblemáticas como ‘Hostal Royal Manzanares’, ‘Hospital Central’, ‘Hispania’ y ‘Amar es para siempre’.
Con una carrera en la que ha participado en alrededor de treinta series, el actor también ha incursionado en el mundo del doblaje. Próximamente, tiene previsto rodar una película en Latinoamérica después de sus vacaciones.

PRONTO: ¿Cómo estás viviendo el éxito de ‘Sueños de libertad’?
JESÚS OLMEDO: De manera sorprendente y como un regalo. Lo que nos ha sobrecogido a todos son los increíbles datos de audiencia y la gran acogida. ¡Estoy disfrutándolo mucho!

P.: En ‘Sueños de libertad’ vuelves a interpretar a un médico, como en otras ocasiones.
J.O.: Sí. ¡Ya tengo el Máster, ja, ja! Si no llego a ser actor, me habría gustado estudiar Medicina. Siempre me ha llamado la atención, aunque nunca me he visto capacitado. Por suerte, en la pequeña pantalla he dado vida a un psicólogo, un médico, un neurocirujano... ¡Estoy encantado de ponerme la bata, y en distintos siglos!

P.: Hablemos de tus inicios como actor. Empezaste con Lina Morgan, cuyo documental acaba de estrenarse.
J.O.: Sí. Yo estoy en la profesión por Lina Morgan, sin ninguna duda. En 1996, fui a Madrid a hacer una prueba para "Hostal Royal Manzanares", me cogieron, conocí a Lina, y cambió mi vida, literalmente. Después, volví a trabajar con ella en ‘Academia de baile Gloria’ y, cuando acababa de renovar la segunda temporada, me surgió la oportunidad de trabajar en una serie diaria, "Esencia de poder".
P.: ¿Qué hiciste?
J.O.: Al principio, la rechacé, porque quería seguir con Lina. Ella, al enterarse, se presentó en mi camerino y me pidió, entre lágrimas, que aprovechara esa oportunidad y me dijo que mi carrera empezaba entonces. Lina fue mi madre televisiva, y tuve la suerte de ser uno de sus seres amados.