Manuel Benítez El Cordobés: la trágica historia de su hijo que murió tiroteado
Manuel Benítez Velasco, que residía en EEUU, fue abatido por la policía que le perseguía por el asesinato de su mujer
El Cordobés nunca reconoció a Manuel Benítez Velasco.
Las vidas y los destinos de los tres hijos que Manuel Benítez tuvo fuera del matrimonio no han podido ser más distintos. María Ángeles Benítez Raigón, a la que la Audiencia Provincial de Córdoba le dio la razón en su demanda de paternidad en mayo del 2000, ha vivido prácticamente en el anonimato, al margen de su famoso padre.
Manuel Díaz se hizo famoso como torero y por la difusión pública que hizo de una filiación que el Cordobés padre nunca quiso reconocer. Pero quizás la historia más dramática, singular y rocambolesca es la del tercero de los vástagos del histórico matador: Manuel Benítez Velasco.
Un flechazo con una profesora norteamericana
En 1982, como algunos de nuestros lectores seguramente recordarán porque nuestra revista ya se hizo eco de la noticia, la maestra norteamericana Alina Elizabeth Velasco interpuso una demanda de paternidad contra el célebre diestro cordobés, asegurando que su hijo era de Benítez. Según su relato, Alina y su madre estaban de vacaciones en Córdoba cuando, el 19 de junio de 1968, se hospedaron en el hotel El Cordobés, propiedad del torero. Se conocieron por casualidad y, seguramente impresionado por la belleza de la joven, el torero las invitó a una fiesta campera que daría al día siguiente en Villalobillos, su finca.
A Benítez le gustó mucho aquella maestra estadounidense que estaba de turismo por España.
Un amor que empezo? en la finca de Villalobillos
La demandante contó que, una vez allí, le ofreció montar a caballo pero que, viéndola cambiarse de ropa para cabalgar, no necesitaron de la montura. Así empezó una relación que duró hasta que, en abril de 1969, embarazada de tres meses, Alina regresó a Los Ángeles. Su hijo nació en Miami en septiembre de ese año.
Según Alina, de sus amores nació un niño, Manuel.
Aunque, según ella, el torero supo del nacimiento de ese hijo, nunca se hizo cargo de él. Por eso, pasados unos años de silencio, la mujer presentó la demanda de paternidad. Rechazada en primera instancia, la ganó en su apelación ante el Tribunal Supremo y Manuel Benítez, que no se hizo la prueba de paternidad, fue declarado legalmente padre del joven. Era mayo de 1988 y Alina reclamó 43 millones de pesetas (casi 260.000 euros) al diestro en concepto de pensión alimenticia para su hijo, que ya tenía 21 años.
Una imagen de Manuel y su madre.
Cuando Alina y su hijo ya tenían puesta una mano en la fortuna del torero, un inesperado revés judicial desbarató sus planes. Benítez acudió a la justicia para denunciar la falsedad de algunas de las pruebas entregadas. Entre otras, una de las fotos que presentó como si fuera su hijo era, en realidad, Maribel, la primera hija que el diestro tuvo con Martina Fraysse. También había modificaciones en los certificados de nacimiento y bautismo.
Fotocopia del pasaporte de Benítez Velasco, que llevaba el apellido paterno.
El fiscal pidió la apertura de juicio, que jamás llegó a celebrarse porque Alina y su hijo se fueron a América, donde no pudieron dar con ellos. No hubiera sido tan difícil encontrarlos, por lo menos al joven, porque, mientras su madre batallaba en los tribunales, Manolito había iniciado carrera como actor. Con el nombre artístico de Mark Everett, participó en anuncios y logró papeles en series como "Autopista hacia el cielo" o "El equipo A" o en películas que pasaron sin pena ni gloria.
Con Mister T, el conocido M.A. de "El equipo A" y en un anuncio.
Cuando se dio cuenta de que su carrera artística naufragaba y que ser hijo del Cordobés no le abría puertas, Manuel intentó ganarse la vida como dependiente de una farmacia, pero se hizo adicto a los psicotrópicos y empezó a trapichear con ellos. En 1996, conoció a Stephanie Spears. Con ella tuvo un hijo, Benjamin, mientras caía cada vez más bajo en el mundo de las drogas. El 21 de marzo del 2004, tras una terrible discusión, mató a su novia golpeándola con una mancuerna y huyó, llevándose a su hijo.
Aunque posó alguna vez con muleta, Manuel Benítez Velasco nunca tuvo vocación por los ruedos.
Recompensa de 20.000 do?lares por su captura
Considerado como un hombre peligroso e inestable, que vivía en condiciones miserables y podía estar armado, el FBI puso precio a su cabeza y su fotografía apareció en los medios de comunicación como uno de los criminales por los que se ofrecía recompensa: 20.000 dólares.
Imágenes difundidas por el FBI estadounidense cuando el joven estaba en búsqueda y captura.
Finalmente, en la tarde del 23 de diciembre del 2008, una llamada alertó a los agentes de que un individuo con las características de Benítez Velasco, al que acompañaba un niño, había sido visto en la pequeña ciudad de El Monte, cerca de Los Ángeles. Para evitar ser detenido, Manuel se refugió con su hijo en un restaurante y no dudó en hacer uso de las armas que portaba. El tiroteo que mantuvo con los policías se saldó con su muerte, mientras que el niño, que había resultado herido, fue entregado a los servicios sociales, ya que no había ni rastro de la abuela, Alina Velasco. ¡Se la había tragado la tierra y sigue sin saberse de ella!