Hace dos semanas Ona Carbonell anunciaba que esperaba su primer hijo a través de las redes sociales. Para ello, compartió una foto con todas sus compañeras de equipo junto a la piscina donde entrenan. En la imagen, no solo se la ve “arropada” por todas ellas, también se aprecia una incipiente tripita y una gran sonrisa, mientras hace el símbolo de victoria con la mano.
Llamada a la responsabilidad
Solo 15 días después, la vida nos ha cambiado a todos totalmente. Confinados en nuestras casas, cada uno en la medida que puede, trata de frenar la propagación del coronavirus, y para ello es esencial ser responsables y quedarnos en casa.
Para contribuir a esta campaña de concienciación, Ona ha publicado una imagen suya en casa leyendo tranquilamente. Acompañando la foto, la nadadora ha escrito unas palabras que nos animan a ayudar a los sanitarios a hacer su trabajo y a seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
La difícil decisión de Ona Carbonell
El embarazo de Ona era algo que la deportista anhelaba desde hacía tiempo. De hecho, en octubre del año pasado hacía pública su intención de dejar temporalmente el mundo de la competición aduciendo como uno de los principales motivos que quería ser madre. “Quiero dedicar más tiempo a mi familia, cuidarla como se merece, y también ampliarla. Como mujer y deportista, conciliar mi vida profesional con la personal implica asumir decisiones como esta y dejar el deporte a un lado temporalmente, sin que esto signifique que vaya a renunciar a mi carrera como nadadora”.
Además de la necesidad de vivir la maternidad, había otra razón de peso que hizo que la nadadora se alejara de las piscinas: su deseo de estar cerca de dos familiares enfermos. “Cuando hay un familiar cercano cuya salud atraviesa un momento delicado, es cuando piensas que vida sólo hay una y quiero estar muy presente. Y un año olímpico supone lo contrario: viajar continuamente, entrenar 11 horas… Para el Mundial también fue duro, pero ahora es cuando he decidido parar. Llevo toda mi vida dedicada al deporte y por primera vez mi corazón me dicta que me arrepentiré si estoy viajando o entrenando tanto. Ha sido difícil porque mi cabeza me impulsaba a los Juegos, pero he querido ser franca con mi equipo y si mi corazón no estaba pensando también en ganar una medalla en Tokio 2020, no me parecía justo”.
Ona Carbonell ganó la medalla de plata del Campeonato del mundo de Gwangju, 2019
Pablo Ibáñez, el apoyo incondicional de Ona
Aunque todavía no han pasado por el altar, Ona Carbonell y Pablo Ibáñez forman una pareja muy estable. Tanto es así, que su noviazgo suma ya 11 años. La ganadora de Másterchef Celebrity y el ex gimnasta se conocieron en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallés (Barcelona), cuando sus carreras deportivas prácticamente estaban empezando.
Una década después su relación es más fuerte que nunca. Quizá esta nueva etapa que comienzan sea el detonante para pasar por la vicaría.
Ona Carbonell y Pablo Ibáñez son pareja desde hace once años.