Pablo Carbonell habla sobre sus adicciones y sobre la enfermedad que padece su hija
Pablo Carbonell, que este año celebra el 40 aniversario de los Toreros Muertos, ha concedido una entrevista a Sonsoles Ónega

Pablo Carbonell en 'Y ahora, Sonsoles'.
Este año se cumplen 4 décadas de la irrupción de los Toreros Muertos, el grupo de Pablo Carbonell, en el panorama musical y, para celebrarlo, el artista ha aparecido en 'Y ahora, Sonsoles', donde ha hablado de diversos temas de su trabajo y su vida personal.
El primo de Aitana Sánchez-Gijón (que recientemente ha recibido el Goya de Honor 2025) se ha sentado en el plató del programa de Sonsoles Ónega para hablar de su carrera, sus éxitos ¡y hasta de su familia!

Pablo Carbonell en 'Y ahora, Sonsoles'.
Además de desvelar un curioso dato familiar que no se conocía (su hermana fallecida es la famosa pescadera que gritaba en 'Torrente' aquello de "¡Boqueroneeeees!"), el cantante ha hablado de cómo vivió el éxito de su grupo, los Toreros Muertos, en plena época de la Movida.
Una época muy convulsa para (casi) todos los que participaron en ella, y aunque él se definió como "un payaso en el escenario", también coqueteó con el mundo de las adicciones.
"Aquellos años fueron salvajes para mucha gente, pero nosotros éramos unos payasos y, un payaso, si bebe, se cae del escenario", explicó.
Pablo Carbonell habla de su separación y de su hija Mafalda, que padece Artrogriposis Múltiple Congénita

Pablo Carbonell en 'Y ahora, Sonsoles'.
Pablo Carbonell no puede evitar que se le caiga la baba hablando de Mafalda, su hija de 15 años que padece Artrogriposis Múltiple Congénita, una enfermedad rara.
La joven ha seguido los pasos de su padre en el mundo del cine, y a día de hoy ha cumplido su sueño de ser actriz. "Está fantástica", ha reconocido el artista.

Pablo Carbonell en 'Y ahora, Sonsoles'.
Aunque muy cauto a la hora de explicar en qué estado se encuentra su corazón, ya que hace menos de un año se separó de su mujer, María Arellano, tras 20 años juntos, el que fuera reportero de 'Caiga quien caiga' no ha dudado en reconocer que se considera "muy romántico".