Pablo Urdangarin supervisa las obras del piso de la infanta Cristina en Barcelona
El piso que compró hace algunas semanas la infanta Cristina en Barcelona está siendo reformado, y Pablo Urdangarin se encarga personalmente de ello
Pablo Urdangarin, en una imagen de archivo.
El pasado mes de octubre, la infanta Cristina cerró una importante operación inmobiliaria por la que, dicen, pagó algo más de dos millones de euros.
La hermana de Felipe VI compró un piso situado en el mismo edificio donde vivió con Iñaki Urdangarin en Barcelona, durante los inicios de su matrimonio. Sin duda, un lugar con un gran valor sentimental para ella, pero al que, de momento, parece que no piensa mudarse.
En su día, Vanitatis apuntó que será Pablo Urdangarin el inquilino de dicha vivienda y, aunque no ha habido confirmación oficial, todo apunta a que así será ya que, según el mismo medio, es el jugador de balonmano quien se encarga personalmente de supervisar la reforma.
Pablo Urdangarín y su madre, la infanta Cristina.
Se trata de un piso de 300 metros situado en la Avenida Pedralbes por el que se publicó en su día que la infanta Cristina ha pedido una hipoteca que pagará en 15 años.
Pablo Urdangarin supervisa las obras del piso que compró su madre
La infanta Cristina en una imagen de archivo.
Como explica el citado portal, es Pablo Urdangarin quien se encarga personalmente de chequear cómo están marchando las obras.
Aunque las reformas "no son de gran envergadura", "algunos de los obreros que están trabajando en él dicen que han tirado hasta las paredes. Además, algunos vecinos han visto sacar sanitarios de la vivienda".
Y, puesto que podría ser Pablo Urdangarin quien termine viviendo en esa casa, es habitual verlo "por los alrededores, entrar y salir del edificio… Siempre pendiente de las obras".
Pablo Urdangarin.
Además, la rutina del joven en esta vivienda siempre es similar. Al llegar, aparca en la calle (debido a que aún no tiene plaza de parking allí), "pasa un tiempo en la casa, resuelve dudas a los obreros y después se marcha".
