Tras su derrota ante Alexander Zverev en la Copa de Maestros, una contienda a la que acudió el rey Juan Carlos, Rafa Nadal se presentó a la rueda de prensa reconociendo que había jugado un mal partido. Asimismo, dio respuesta a los periodistas allí congregados acerca del contundente resultado: 2-6. 4-6.
El problema llegó cuando uno de los entrevistadores le preguntó si creía que su reciente boda había influenciado en sus resultados profesionales. «¿Es una pregunta de verdad, o es una broma?», ha comenzado diciendo el manacorí. «Me sorprende, es una gran sorpresa para mí que me preguntes esto después de haber estado con la misma chica 15 años teniendo una vida estable y normal. No importa si pones un anillo en un dedo o no. Bajo mi punto de vista, soy un chico bastante normal».
Todo ello, con un gesto entre de enfado y sorpresa. Al final, ha decidido pasar a las preguntas en castellano, no sin antes decir que «esto es una mierda»: