Tras 20 días en alta mar, los 83 migrantes a bordo del barco de la oenegé Proactiva Open Arms llegaron a la isla de Lampedusa después de vivir momentos llenos de incertidumbre y desesperación. Con ello terminaba su calvario gracias a la intervención del fiscal de la localidad siciliana de Agrigento, Luigi Patronaggio, quien puso fin a la agónica situación tras subir a la embarcación con dos médicos y constatar el mal estado físico y anímico de los refugiados, ordenando el desembarco inmediato y la incautación temporal del navío.
La orden de desembarco llegoÌ cuando un buque de la Armada española, a instancias del presidente SaÌnchez, puso rumbo hacia el «Open Arms» para asistir a sus ocupantes y acompañar a la embarcacioÌn hasta el puerto de Palma de Mallorca. La oenegeÌ ha afirmado que no respondioÌ a esta ayuda del Ejecutivo español porque no recibioÌ «ninguna notificacioÌn» del enviÌo del patrullero.
El barco permanecerá en Lampedusa mientras dure una investigación que ha abierto la justicia italiana para dirimir responsabilidades. El todavía ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, es el principal sospechoso del no desembarque del «Open Arms», por lo que podría ser acusado de prevaricación y secuestro.