PRONTO contra la violencia de género: todo lo que necesitas saber
Para acabar con esta lacra, diferentes expertas en el tema nos dan la claves para detectar esta dura realidad y consejos a la hora de actuar

Muchas veces la víctima de maltrato, que eligió en su día a su pareja como compañero convencida de que era la persona adecuada, se pregunta dónde ha fallado. ¿Qué ha pasado en el camino que les ha llevado a esta situación en que el amor es sufrimiento, en lugar de cariño, igualdad y confianza? ¿Qué ha ocurrido hasta llegar al punto de preguntarse, cada vez que vuelve a casa y con el miedo en el cuerpo, "a ver qué me toca hoy"? ¿Dónde empezó a cambiar todo?

El maltratador siempre tiene la misma respuesta: toda esa violencia, toda esa destrucción es culpa de la mujer. Y ella acaba creyéndoselo. El factor de riesgo no es que la mujer haga las cosas de manera diferente a cómo él quiere, que no opine lo mismo, que se rebele, que salga con sus amigas o que lleve una camiseta de un color que a él no le gusta. El único factor de riesgo es ser mujer.

Para el exdelegado del Gobierno para la Violencia de Género Miguel Lorente, esta clase de violencia presenta una serie de características que la hacen distinta al resto de agresiones, porque se activa por causas injustificadas o tan insignificantes como no estar en casa cuando él llega, no tener la comida o la cena a punto, llevarle la contraria... Y es que el objetivo no es solamente herir, sino dejar muy claro quién manda en la relación y someter a la mujer.
Cómo detectar el maltrato

En muchas ocasiones las víctimas de violencia de género no son conscientes de que lo son. Por eso queremos detallar algunas señales de alerta que pueden ayudar a identificar esta clase de situaciones.
De todas maneras, no está de más recordar que cualquier relación de pareja saludable se basa en dos conceptos básicos, el respeto y la confianza. Es decir, que tu compañero te va a apoyar en tus proyectos, va a compartir contigo los suyos, te dejará todo el espacio que necesites y que expreses todas tus opiniones sin miedo de ninguna clase.
Todo ello indica que te valora como persona, que respeta tus relaciones sociales y familiares y que te acepta como eres sin tener ninguna intención de cambiarte.

En cambio, existen relaciones que están a años luz de lo que acabamos de describir, aunque muchas veces no sepamos ver las señales del maltrato porque pensamos que éste únicamente se da cuando se produce violencia física. Pero, ¡cuidado!, porque estarás sufriendo maltrato si...
● Tu novio, marido o compañero te descalifica y humilla constantemente, te dice que eres torpe y que todo lo haces mal.
● Te grita o insulta en privado o en público y te hace creer que sin él no serías nada.
● Si no te deja trabajar o estudiar.
● Te aísla de tu entorno, impidiéndote ver a tus amigos y amigas o a tu familia.
● Se ríe de tus actitudes y hace comentarios hirientes.
● Te ha agredido alguna vez físicamente.
● Te hace sentir culpable de sus problemas.
● Revisa tu teléfono móvil y tus redes sociales.
● Controla tu forma de vestir, con quién sales y con quién puedes hablar.
● Te amenaza con hacerte daño a ti o a tus seres queridos.
● Toma las decisiones por ti.
● Se muestra celoso frecuentemente, haciéndote creer que es la prueba de que te quiere.
● Rompe objetos dentro de casa para intimidarte.
● Te quita el dinero que ganas.
● Te ha forzado alguna vez a tener relaciones sexuales contra tu voluntad.
● Tienes miedo a la hora de expresar tus opiniones porque te asusta su reacción.
● Te sientes inferior a él.
● Has dejado de salir con tu círculo de amistades porque a él no le gustan.
Clases de maltrato contra la mujer

Solemos identificar siempre la violencia de género con las agresiones físicas. Pero existen otra clases de violencias que son invisibles porque no acaban con un empujón o una patada y que, sin embargo, son igual de dolorosas y destructivas para la mujer. Forman parte de un proceso que nunca va a empezar por el golpe, sino que lo hará a partir del insulto, la humillación, el desprecio y el control de todos los aspectos de la vida de la mujer: desde su forma de vestir hasta sus amistades, sus entradas y salidas, su dinero, su cuerpo...
Toma nota de las siguientes formas de violencia y pregúntate si la has sentido alguna vez. O si conoces a alguien que pueda estar viviéndola.

FÍSICA. Es la más evidente y consiste en todo acto no accidental, es decir, voluntario, que provoque o pueda provocar daño físico en la víctima. Porque no debemos olvidar que la violencia siempre se ejerce de manera voluntaria.
PSICOLÓGICA. A veces es difícil que las víctimas puedan detectarla. La violencia psicológica consiste en actuar y comportarse con el objetivo de hundir emocionalmente y hacer sufrir a la mujer a través de la paulatina destrucción de su equilibrio psicológico. Sus métodos son variados y pueden ir desde las humillaciones y los insultos, hasta la exigencia de que cumpla las órdenes de su agresor, las amenazas, el aislamiento y todas las formas de control que pueden ejercerse sobre una persona (vestuario, móvil, amistades...).
SEXUAL. Se produce cuando se fuerza a la mujer a mantener relaciones sexuales contra su voluntad, incluso si no lo manifiesta de forma abierta y explícita, y cuando se ve obligada a consentir para evitar males mayores.

ECONÓMICA. El agresor es quien controla los recursos económicos del hogar y no permite que la mujer pueda acceder de forma libre a la economía familiar.
SOCIAL. Consiste en aislar a la mujer de sus amigos y amigas y de su familia, alejarla de su entorno habitual, privándola del apoyo social que podría necesitar.
VICARIA. Con el propósito de hacer daño a su pareja o expareja, de hundirla, el agresor decide amenazar, pegar e incluso matar a los hijos e hijas que tienen en común. En este tipo de violencia se incluye el daño que sufren los menores por el mero hecho de ser testigos de la situación.