Fibromialgia: conoce los últimos avances
La fibromialgia afecta a un 2,4% de la población, una enfermedad que puede disminuir mucho la calidad de vida de las personas afectadas. Aún no tiene cura, pero el estilo de vida es determinante para ganar bienestar

La fibromialgia afecta más a las mujeres que a los hombres.
La fibromialgia se caracteriza por un dolor musculoesquelético crónico y generalizado, acompañado de fatiga, rigidez, alteraciones del sueño, problemas de concentración y sensibilidad extrema al tacto o a los cambios de temperatura. La mayor prevalencia se sitúa en mujeres de entre 30 y 50 años.
A pesar de que fue reconocida como enfermedad por la OMS en 1992, su diagnóstico sigue siendo complicado, ya que no existen pruebas específicas que la detecten y los síntomas pueden confundirse con otras patologías.
Aunque su origen exacto sigue siendo un misterio, los investigadores han encontrado que las personas con fibromialgia procesan el dolor de manera anormal, lo que explicaría la hipersensibilidad que presentan.
Fibromialgia: cómo mejorar tu calidad de vida
También se ha observado que quienes tienen antecedentes familiares de fibromialgia, migrañas o dolor pélvico registran una mayor probabilidad de desarrollarla. Además, un accidente, un traumatismo físico o emocional, e incluso el estrés crónico, pueden actuar como desencadenantes.
Uno de los mayores desafíos es que los pacientes suelen pasar entre seis y siete años antes de obtener un diagnóstico certero, ya que en las pruebas de laboratorio y radiografías no se observan alteraciones evidentes. Por ello, los especialistas deben basarse en la exploración clínica y en el descarte de otras enfermedades para confirmar la fibromialgia.
¿Cómo se trata la fibromialgia? Avances médicos y terapéuticos

Un abordaje multidisciplinar será clave para controlar los síntomas de la fibromialgia. .
Aunque no existe una cura definitiva, los tratamientos han evolucionado con el objetivo de reducir el dolor y mejorar la calidad de vida. Los especialistas recomiendan un abordaje multidisciplinar, combinando medicación, terapia psicológica, ejercicio físico y cambios en el estilo de vida.
Medicamentos para aliviar el dolor y mejorar el bienestar
El tratamiento farmacológico de la fibromialgia varía según en cada persona, pero suele incluir analgésicos como el paracetamol, que pueden aliviar el dolor en algunos casos. Sin embargo, los fármacos más utilizados son los antidepresivos, como la duloxetina y el milnaciprán, que han demostrado reducir la percepción del dolor, mejorar la calidad del sueño y estabilizar el estado de ánimo.
Otra opción son los anticonvulsivos, empleados para tratar la epilepsia, pero que han demostrado eficacia en pacientes con fibromialgia al reducir la hiperactividad del sistema nervioso central, lo que ayuda a disminuir el dolor y mejorar el descanso. No obstante, es importante iniciar los tratamientos con dosis bajas y ajustarlas gradualmente, ya que se trata de una enfermedad crónica y cada paciente puede responder de manera diferente.
La terapia cognitivo-conductual: una aliada contra el dolor

La terapia psicológica ayuda a las personas con fibromialgia a adaptarse a los cambios que puede implicar esta enfermedad en las actividades diarias.
Más allá de los medicamentos, la fibromialgia tiene un fuerte impacto emocional, por lo que la terapia psicológica es fundamental en su tratamiento. La terapia cognitivo-conductual se ha convertido en una herramienta clave para que los pacientes aprendan a manejar la ansiedad y el estrés, ya que estos factores pueden intensificar el dolor y la fatiga. Muchas personas con fibromialgia tienen dificultades para mantener su vida laboral e incluso pueden llegar a sentirse aisladas debido a la incomprensión social de la enfermedad.
Esta terapia ayuda a reformular pensamientos negativos, aceptar la enfermedad y adoptar estrategias para afrontar los síntomas de una manera más efectiva, lo que puede mejorar significativamente la calidad de vida.
El ejercicio adaptado: un pilar fundamental del tratamiento

Ejercicios de hombro.
Aunque pueda parecer contradictorio, el ejercicio físico es una de las mejores herramientas para combatir el dolor crónico de la fibromialgia. Eso sí, debe realizarse de manera adaptada, evitando actividades de alto impacto como correr o saltar.
Las disciplinas más recomendadas incluyen ejercicio aeróbico de bajo impacto, como caminar, nadar o montar en bicicleta estática, así como prácticas que combinan movimiento y relajación, como el yoga y el taichí, que han demostrado reducir la rigidez y mejorar la movilidad.
No obstante, es clave empezar con una intensidad baja e ir aumentándola progresivamente. Hacer demasiado esfuerzo puede provocar un empeoramiento de los síntomas, por lo que los expertos aconsejan calentar antes de ejercitarse y evaluar los resultados para ajustar la rutina según cada caso.
Cambios en el estilo de vida que marcan la diferencia

Nadar es un ejercicio aeróbico de bajo impacto que ayuda a reducir el dolor musculoesquelético que se produce en la fibromialgia.
Adoptar hábitos saludables es clave para convivir con la fibromialgia y minimizar el impacto de los síntomas.
-Cuidar el sueño: Establecer un horario fijo para dormir, evitar siestas prolongadas y practicar técnicas de relajación antes de acostarse puede ayudar a mejorar el descanso.
-Alimentación antiinflamatoria: Consumir frutas y verduras ricas en antioxidantes y alimentos con omega-3, como los pescados azules y los frutos secos, puede tener un efecto beneficioso sobre la inflamación.
-Evitar la obesidad: El sobrepeso puede agravar los síntomas, por lo que mantener un peso saludable es esencial.
-Terapias de rehabilitación: Los masajes terapéuticos, la hidroterapia y la terapia de calor pueden aliviar la rigidez muscular y mejorar la movilidad.
-Técnicas de relajación: Practicar meditación, respiración profunda o visualizar imágenes positivas puede ayudar a controlar el dolor y reducir el estrés.

Levantarse y acostarse cada día a la misma hora ayudará a mejorar la calidad del descanso, un factor clave para aliviar los síntomas de la fibromialgia.
Verdadero o falso: desmontando mitos sobre la fibromialgia
¿El taichí ayuda a aliviar los síntomas?
Un estudio reciente ha demostrado que esta práctica mejora la flexibilidad y reduce el dolor.
¿La fibromialgia puede causar incapacidad?
En algunos casos, los síntomas pueden ser tan severos que afectan la capacidad laboral y la vida diaria.
¿El dolor es siempre el mismo?
La intensidad y localización del dolor pueden cambiar de un día a otro e incluso variar a lo largo del mismo día.