Mayra Gómez Kemp nos cuenta lo que no se vio en TV en el 'Un, dos, tres...'

Mayra Gómez Kemp fue la primera mujer que presentó un concurso, algo que le debe a Chicho Ibáñez Serrador. Mayra, que empezó en el programa como actriz en el famoso apartado de la subasta, condujo el espacio entre 1982 y 1988, y a día de hoy, cuando se han cumplido 50 años desde su emisión, recuerda con cariño esa etapa. 

La presentadora del 'Un, dos, tres...' nos ha contado algunas anécdotas vividas en el formato detrás de las cámaras. ¡Quédate a descubrirlas en esta entrevista!

"Nunca olvidaré el día que nos atacó una elefanta"

PRONTO: Fuiste la primera mujer presentadora de un concurso.

Mayra Gómez Kemp: Efectivamente, y gracias a ello se abrieron las puertas para otras que llegaron después.

P.: ¿Cuál fue tu momento más complicado?

M. G. K.: Nunca olvidaré el día que nos atacó una elefanta. Como era muy grande, se decidió que Raúl Sender se subiera encima de su cría, que también se encontraba en el plató. Cuando Raúl estaba sentado sobre el animal, éste empezó a quejarse y, entonces, la madre rompió todos los amarres que la mantenían sujeta y se lanzó hacia nosotros. Menos mal que su domador consiguió controlarla a tiempo.

P.: ¿Disfrutabas cuando conseguías que una pareja no se llevara el escaparate de los premios?

M. G. K.: Te voy a ser sincera. Hubo parejas tan desagradables que no se merecían llevarse nada. En cambio, había otras que, si lograban premios sin importancia, me sabía muy mal. Como aquella que ganó un montón de rollos de papel higiénico.

P.: ¿Tenías buena sintonía con las azafatas?

M. G. K.: Recuerdo a Silvia Marsó, una buena amiga, y a Kim Maning, con la que siempre hablaba en inglés y nos entendíamos muy bien. A Chicho le volvía loco escucharnos en inglés, porque no se enteraba de nuestras conversaciones. No sé qué se imaginaba. Si, a lo mejor, solamente nos estábamos intercambiando una receta de cocina.

P.: ¿En aquella época te caía bien Bigote Arrocet?

M. G. K.: Siempre fue un buen compañero y un excelente amigo. Se quedaba al lado de mi marido tras las cámaras y se pasaban el rato cuchicheando y diciendo tonterías.

"Me dolió mucho que Chicho me sustituyera por Estadella"

P.: ¿Mantienes contacto con los compañeros de entonces?

M. G. K.: Sigo siendo muy amiga de Beatriz Carvajal y Fedra Lorente. Son como mis hermanas. Lydia y Silvia me escriben y me mandan wasaps. Con Kim intercambio correos electrónicos, porque vive en los EEUU y no nos vemos.

P.: ¿Qué supuso la muerte de Chicho?

M. G. K.: Me afectó mucho. Le tenía un gran cariño.

P.: Pero hubo un momento en el que te dejó en la estacada…

M. G. K.: Me dijo que iba a comenzar una nueva etapa del concurso y que quería hablar conmigo, pero me enteré por un periodista de que Chicho me sustituía por Jordi Estadella. Él no fue capaz de llamarme para comunicarme que había decidido que Jordi trabajara en mi lugar y eso me dolió muchísimo. Me falló el amigo, no el jefe. Creo que buscó a alguien que fuera muy parecido a él. Fue un gran disgusto.

P.: ¿Perdonaste al amigo?

M. G. K.: Claro, hace mucho tiempo. No soy rencorosa. Un día nos encontramos en una fiesta de TVE, me acerqué a él y le dije, ¿me das un beso? Y nunca hablamos de aquel episodio.

P.: ¿En qué radicaba el éxito del concurso?

M. G. K.: Chicho decía que en los cinco últimos minutos del programa. Porque nadie sabía si lo que los finalistas habían elegido era un premio bueno o malo. La incógnita elevaba la audiencia un montón.

P.: Los ensayos se alargaban hasta los domingos.

M. G. K.: Le dije a Chicho en una ocasión que hasta Dios descansaba los domingos, y me contestó con ironía que yo no era Dios.

P.: ¿Cómo te encuentras de salud?

M. G. K.: Voy sobreviviendo. Como todos. La pandemia dura demasiado. Y mucha gente se comporta como si ya hubiéramos vencido al virus.

P.: ¿La gente te sigue reconociendo por la calle?

M. G. K.: Sí. Es increíble, me reconocen incluso cuando llevo la mascarilla. Noto un inmenso cariño.