Will Smith: "A los 9 años vi a mi padre golpear en la sien a mi madre"

"Will" es el título del libro en el que Will Smith, de 53 años, hace un repaso a su azarosa vida sin dejarse nada en el tintero. Ni lo bueno, ni lo malo.

Uno de los capítulos más espeluznantes y tristes es aquel en el que el actor relata los abusos psicológicos y físicos que su padre infligía a su madre.  "Cuando tenía 9 años, vi como mi padre le daba un puñetazo a mi madre en la sien con tanta fuerza que se desplomó. La vi escupir sangre –recuerda Will–. Ese instante, en ese dormitorio, probablemente más que cualquier otro momento de mi vida, ha definido lo que soy ahora".

"Todo lo que he conseguido desde entonces, los premios y reconocimientos, los focos y la atención mediática, los personajes y las risas, han estado marcados por un sutil deseo reiterado de pedirle perdón a mi madre por mi inacción aquel día", ha asegurado. 

Will Smith estuvo a punto de vengarse de su violento padre

Cuatro años después de aquel horrible incidente, Caroline, harta de la situación, se fue de casa y el jovencísimo Will no vio otra salida a su dramática situación que quitarse la vida, aunque finalmente, no lo intentó.

También se juró a sí mismo que un día se vengaría de su padre y estuvo a punto de hacerlo cuando Willard, ya anciano, estaba muy enfermo y el artista lo cuidaba. "Un día, acompañándolo al lavabo, me detuve en las escaleras –escribe–. Podría haberlo empujado escaleras abajo, nadie habría sospechado nada. Décadas de dolor, ira y de resentimiento vinieron y se fueron. Sacudí la cabeza y seguí empujando a mi padre hasta el cuarto de baño".

Drogas alucinógenas y traumas sexuales

También ha sorprendido los episodios en los que el protagonista de "Soy leyenda" narra sus 14 viajes alucinógenos con la ayaguasca o aquel en el que explica el trauma sexual por el que pasó en su juventud cuando su segunda novia lo dejó y él se entregó a una vorágine sexual autodestructiva.

"Tuve sexo con muchas mujeres, pero era de­sagradable para mí y ­de­sarrollé una reacción psicosomática. Al tener un orgasmo, podía sentir arcadas y vomitar".

Will Smith, un matrimonio fuera de lo común

Smith tampoco se ha cortado de hablar de su peculiar relación con su esposa, Jada Pinkett, una historia de amor muy pasional en la que han abundado las infidelidades y los desencuentros, pero a la que nunca han podido poner fin definitivamente, pues se quieren con locura.

Cuando les preguntan, ellos sólo se encogen de hombros y responden: "El matrimonio no puede ser una prisión", pues llevan años trabajando para vivir felices y parece que lo han conseguido.

Jada Pinkett, orgullosísima de su marido mientras muestra este importante libro para él:

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