Alexandra Manley, exesposa de Joaquín de Dinamarca: la condesa que perdió el amor
La exesposa de Joaquín de Dinamarca, que acaba de cumplir 60 años y vuelve a estar soltera, ha reaparecido estos días en la graduación de su hijo mayor, Nicolás de Montpezat
Joaquín de Dinamarca, muy distanciado de su primera mujer
Nicolás de Dinamarca.
Sin embargo, estos días, coincidiendo con su 60º aniversario (el 30 de junio) ha vuelto a aparecer por un motivo eminentemente familiar y muy propio de esta época del año como es la graduación de su primogénito, que, a los 24 años, se ha licenciado en la Escuela de Negocios de Copenhague y compaginará su nueva profesión con su trabajo de modelo.
La condesa de Frederiksborg con sus hijos, Nicolás, que es modelo, y Félix, el día de la graduación del primero.
Alexandra Manley, como es lógico, no quiso perderse este acontecimiento, que su hijo compartió en Instagram. “Tras cinco años de estudio, por fin puedo llamarme gerente de comercio minorista”, comentó en su perfil Nicolás, conde de Montpezat, junto con unas fotos al lado de su madre y su hermano, Félix.
El gran ausente fue el padre del joven, el príncipe Joaquín, que reside en Washington (EEUU) y que, según fuentes cercanas a la Familia Real, está muy lejos, no sólo físicamente, sino también emocionalmente, de la familia que formó con su primera esposa.
Alexandra, absolutamente feliz, bailando con Joaquín el día de su boda en 1995.
Y eso que la pareja vivió una historia de amor de esas que parecen sacadas de un cuento de hadas. Alexandra y Joaquín se conocieron hace 30 años, en 1994, en Hong Kong, lugar natal de ella, y se casaron en noviembre de 1995 en la capilla del castillo de Frederiksborg, una hermosa fortaleza renacentista a 40 kilómetros de Copenhague y que yo conozco muy bien gracias al príncipe consorte y esposo ya fallecido de Margarita de Dinamarca, Henri de Montpezat.
Fue una de las bodas más románticas que se han celebrado jamás. Quién no recuerda la imagen de Alexandra, bailando con su flamante y principesco marido, obnubilada y extasiada por tanto amor.
Llegaron luego sus dos hijos, Nicolás, en agosto de 1999, y Félix, en julio del 2002, colmando a la pareja de felicidad. Se da la circunstancia de que los dos jóvenes visitaron el pasado año, como hacen muchos ‘royals’, nuestro país y estuvieron en la finca Majadilla, de mi amigo Pedro Trapote, para cazar perdices. Nicolás abatió 103 y su hermano, 75.
El matrimonio del príncipe y su primera esposa, a pesar de todo, no iba a durar. “Tras muchas y difíciles consideraciones hemos decidido de mutuo acuerdo, separarnos con intención de solicitar el divorcio más adelante”, anunciaron los dos en septiembre del 2004, para firmar el divorcio en abril del 2005.
La separación y el divorcio de los príncipes
Alexandra con su segundo esposo, Martin Jorgensen.
Como viene sucediendo en muchas monarquías, las infidelidades han sido algunos de los motivos de las crisis matrimoniales en la corte danesa. Y es que la ruptura de Joaquín –que, en el 2008, se casó con la francesa Marie Cavallier, con la que ha tenido dos hijos, Henri y Atenea– y Alexandra estuvo motivada por una supuesta infidelidad de la princesa con el atractivo fotógrafo y cámara de televisión Martin Jorgensen, 14 años más joven que ella y al que conoció en el 2003.
Desafortunadamente, esa relación, que acabó en matrimonio e hizo que Alexandra perdiera el título de princesa, tampoco tuvo un final feliz para ella, no sólo porque él resultó ser un poco vago y optó por vivir de ella pidiéndole dinero para invertir en negocios que nunca salieron adelante, sino que, además, le fue infiel con la arquitecta y presentadora de televisión Eva Harlou.
Su última pareja, Nicolai Peitersen.
Así que en el 2015, ocho años después de haberse casado, se separaron y, aunque ella reclamó ante los tribunales que Martin le devolviera parte de los 732.000 euros que le estafó durante su unión, de momento, no lo ha conseguido. Después, Alexandra mantuvo otra relación, con el empresario tecnológico Nicolai Peitersen, con tan mala pata, que éste también le fue infiel con una diseñadora de joyas, más joven que ella.