Seguidor acérrimo y gran amigo de Rafa Nadal, ya que incluso acudió a su reciente enlace, el rey Juan Carlos ha viajado hasta Londres para ver al tenista enfrentarse al alemán Alexander Zverez en la final del torneo ATP de tenis.
Lo que más ha sorprendido del monarca emérito, además de su evidente pérdida de peso, ha sido una visible brecha en la frente, cubierta con un antiséptico. A causa de todos los comentarios que ha suscitado, desde la Zarzuela han comunicado que ha sido consecuencia de un accidente doméstico. Además, desde el diario «El Español» han especificado que se choco con una rama mientras paseaba.
Don Juan Carlos, de 81 años, fue operado el pasado mes de agosto de una arteria coronaria y, aunque ha evolucionado muy favorablemente, sus actos públicos son muy escasos.