Un camión embistió a la madre del Rey cuando ésta viajaba por una carretera local de Grecia.
Esta semana, pocos días después de que Felipe de Edimburgo sufriese un accidente de coche, nuestro colaborador, Jaime Peñafiel, nos habla del día en que Sofía estuvo a punto de morir en un accidente cuando su hermano conducía.
Estando aún soltera, doña Sofía se dirigía junto a Constantino, «desde Tatoi al Club Náutico de Atenas, ya que se estaban preparando para los Juegos Olímpicos de Roma, en los que pretendían participar formando parte del equipo griego de vela», recuerda Peñafiel.
El camino por el que circulaban era estrecho, sinuoso y lleno de pendientes y, de repente, «vieron, horrorizados, cómo un gran camión sin frenos se les echaba encima. El choque era inevitable y la princesa Sofía reconoce que sólo fue capaz de repetir, a modo de mantra: “¡Ya está!, ¡Ya está! ¡Ya está!”. “Pensé que había llegado el último momento. Salimos heridos y magullados, pero salvamos la vida gracias a Dios”, recordaría Sofía tiempo después».
Aunque, tal y como asegura Peñafiel, «no fue todo gracias a Dios, sino también a su hermano quien, en una maniobra de última hora, logró esquivar parte del golpe…».
Peñafiel te cuenta todos los detalles en tu revista Pronto esta semana.