Letizia, muy preocupada por Leonor
Para la Reina no es fácil que su hija pase cinco meses tan lejos de ella y en alta mar
Leonor tendrá que subir a 50 metros de altura
La Reina y su hija antes de que esta zarpara a bordo del Elcano.
Aunque Letizia tiene raíces asturianas, es más montañera que marinera, lo que aumenta su inquietud por los desafíos que enfrentará su hija en alta mar, porque además, este crucero formativo del buque Juan Sebastián de Elcano no será un recorrido de placer. La vida a bordo se rige por estrictas normas militares: disciplina, trabajo, clases, entrenamiento físico, guardias, simulacros de rescate y maniobras como trepar a los palos del velero a casi 50 metros del altura.
Los días iniciales suelen ser complicados debido al mareo, en los camarotes con literas de tres pisos como el que Leonor compartirá con dos de las nueve guardiamarinas mujeres que van en el barco, se pueden vivir situaciones harto desagradables.
Letizia tendrá que confiar en la discreción que ha caracterizado a los compañeros de su hija en otras etapas de su formación, como en la Academia Militar de Zaragoza o en la Escuela Naval de Marín, aunque no puede dejar de preocuparse por la posible difusión de detalles sobre la vida privada de Leonor, incluyendo fiestas, bromas propias de su edad o nuevas amistades entre sus compañeros o en los países que visite.
Compromisos en solitario
En el barco, la Princesa será tratada como una más y todos se dirigirán a ella llamándola "guardiamarina Borbón" o simplemente por su nombre de pila. Sin embargo, durante las escalas en tierra retomará su papel como heredera al trono, asistiendo a actos oficiales y representativos y, aunque Letizia no pueda estar a su lado para supervisarlo todo con su perfeccionismo habitual, Leonor lo hará de maravilla.
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