Marius, el hijo de Mette-Marit, queda en libertad tras una semana en la cárcel
El juez considera que ya no hay peligro de fuga ni de destrucción de pruebas, pero Marius seguirá enfrentándose a graves acusaciones

Marius Borg.
Marius Borg, el hijo mayor de la princesa Mette-Marit de Noruega, ha sido liberado tras pasar una semana en prisión preventiva. El juez ha considerado que ya no existen razones para mantenerlo bajo custodia, pues no hay riesgo
de fuga ni posibilidad de que el joven destruya pruebas.
Esta decisión, sin embargo, no pone fin a las graves acusaciones que enfrenta el hijastro del príncipe Haakon.
Entre ellas, destacan varias denuncias de violación y las agresiones que él mismo ha admitido. Según su abogado, las pruebas en su contra “están significativamente debilitadas”, calificando el encarcelamiento como un error. “La libertad de Marius era absolutamente necesaria”, aseguró el letrado tras conocer la decisión judicial.
Desde Palacio no han dado declaraciones

La familia real de Noruega.
La Casa Real noruega ha optado por no pronunciarse al respecto, aprovechando que Marius no forma parte oficial de la familia real. Durante un viaje reciente a Jamaica, el príncipe Haakon se limitó a expresar que echaba de menos a su esposa, la princesa Mette-Marit, quien también ha evitado hacer declaraciones.
Esta semana, la princesa canceló su asistencia a un evento público, lo que algunos medios interpretaron como una estrategia para esquivar preguntas sobre la situación de su hijo. Mientras tanto, las investigaciones continúan avanzando.
Marius Borg: Una tercera investigación en curso

Marius Borg, con una de sus exnovias.
En los últimos días, se emitieron nuevas órdenes de alejamiento relacionadas con las denuncias de violación. Una de estas acusaciones fue la que inicialmente llevó a Marius a la cárcel, y poco después se sumó una segunda denuncia. Además, la prensa noruega ha informado sobre una tercera investigación en curso, aunque esta no forma parte del proceso principal.
De momento, Marius podrá disfrutar de dicha libertad, aunque sigue bajo estrictas restricciones legales y con las órdenes de alejamiento vigentes. Su futuro se decidirá en los tribunales, donde se enfrentará a un juicio que podría marcar un antes y un después en su vida.