Las malas noticias acechan a la familia real de Noruega. La pasada semana se conocía la noticia de que Marius Borg, el hijo de la princesa Mette-Marit, fue detenido por una presunta agresión a una mujer. Tras pasar 30 horas detenido, el royal era puesto en libertad con cargos a la espera de que saliese el juicio. Cabía la posibilidad de que se tratase de un error y de que todo el asunto tuviese una explicación, pero nada más lejos de la realidad.