Ana Obregón explica que el rey Juan Carlos la ayudó durante la enfermedad de su hijo Aless
En uno de los capítulos del libro, Ana Obregón cuenta cómo intervino el rey emérito en un momento decisivo de la enfermedad de su hijo Aless
Ana Obregón está muy agradecida al rey emérito.
'El chico de las musarañas', el libro que comenzó a escribir Aless Lequio y que terminó Ana Obregón, comienza con una fecha que la presentadora jamás olvidará: el 23 de marzo de 2018. Ese día, la actriz recibió una llamada de Aless: "Mamá, me muero de dolor, me voy a urgencias". Aquí empezaría una lucha en la que el rey emérito, tío de Alessandro Lequio, jugó un papel importante.
Lo que parecía que sería un simple absceso (el joven llevaba tres meses sufriendo dolores) resultó ser un tumor maligno de diez centímetros que se convirtió en el mayor golpe que Ana podría imaginar: "Lloré lágrimas púrpuras que salían a borbotones porque el doctor me dijo 'Lo siento, es un tipo de cáncer raro y muy agresivo. Tiene muy mal pronóstico'. Me acababa de arrancar el corazón de cuajo y me estaba desangrando. ¿Cómo se lo iba a decir a mi hijo? ¿Qué iba a hacer?", relata.
A través de las páginas del libro, la bióloga describe cómo vivió al lado de Aless su enfermedad y su lucha contra el cáncer, recorriendo hospitales de Madrid, Barcelona, Nueva York y Nueva Jersey. Durísimos momentos en los que, como asegura, Alessandro Lequio estuvo presente: "Aless y su padre eran los mejores amigos del mundo. Me asustaba a veces su increíble complicidad, pero me hacía muy feliz no haber impedido que con las tonterías de padres separados estuviera cerca siempre de él".
Así ayudó el rey emérito a Aless Lequio y Ana Obregón
Fue gracias a los contactos de Alessandro Lequio y su parentesco con la familia real lo que les salvó en un momento dado. Según relata Ana Obregón en el libro, ella y su hijo estuvieron a punto de ser expulsados del país cuando se cumplieron los 3 meses de estancia en Estados Unidos. "Mamá, he recibido una notificación diciendo que el permiso para estar en Estados Unidos ha caducado. Llevamos más de tres meses aquí y tenemos que regresar la semana que viene a España".
Ana Obregón le respondió con seguridad, aunque lo cierto es que la actriz no tenía garantías de que fuera a conseguir una ampliación de su estancia con ese argumento: "No te preocupes, pido cita para resolverlo y llevo una carta del hospital diciendo que para salvarte necesitas un tratamiento que no hay en España".
La solución propuesta no fue posible, y es que las citas en el consulado se pedían con un par de meses de antelación, así que Ana Obregón llamó a Alessandro Lequio de urgencia: "Dado, nos van a deportar y no curaremos a nuestro hijo. Por favor, llama a Felipe, por algo eres su primo o lo que sea". Gracias a la mediación del conde con Zarzuela, el rey emérito intercedió por ellos.
"Al Emérito le faltó tiempo para ayudar a una madre desesperada por salvar la vida de su hijo. Por eso le estoy infinitamente agradecida y no lo olvidaré jamás, porque a los dos días teníamos la cita donde nos ampliaron la estancia en América por motivos médicos. Por fin respiramos tranquilos", cuenta Ana, relatando así cómo Juan Carlos I les ayudó gracias a su influencia en un momento crítico.
