Ana Rosa Quintana y Julia Otero, dos campeonas en su lucha contra el cáncer
Las dos presentadoras han sabido ofrecer una actitud excelente durante sus meses más duros
Desde que explicaron que la enfermedad había entrado en sus vidas, las dos, lejos de ocultarlo, se empeñaron en borrar el estigma hablando de ella y también de sus miedos, su fragilidad y de cómo iban a afrontarla.
Ana Rosa, de 66 años y a quien diagnosticaron un cáncer de mama en noviembre del 2021, lo encaró con optimismo, a pesar de las circunstancias y de que en el 2010 ya superó uno.
A pesar de que su vuelta a televisión se vio obligada a retrasarse debido al resultado de unas pruebas, se espera que se incorpore a finales del mes de septiembre "si así lo decide el doctor que trata su enfermedad", añade el citado medio.
"Espero que ocurra lo que yo quiero que pase"
Pero, aunque todavía esté todo en el aire, haciendo gala de su optimismo natural, Ana Rosa no ha perdido la energía que ha mantenido a lo largo de toda su enfermedad, demostrando que tiene muchas ganas de volver. "Yo quiero estar ahí cuando pase lo que tenga que pasar. Y espero que ocurra lo que yo quiero que pase", ha declarado, refiriéndose a su deseado retorno a la televisión.
En todos estos meses, su ánimo no ha decaído, se ha mantenido activa, trabajando en su productora, y ha compartido cómo se ha cuidado durante el tratamiento contra el cáncer. "Esto me lo tomo también como un trabajo. Comida sana, entrenamiento tres días a la semana, yoga, disfrutar de la familia, el apoyo de mis compañeros, las miles de personas que me hacen llegar su cariño y buenos deseos y pensamiento positivo", escribió en su Instagram.
Su evolución fue tan buena, que en junio reapareció en la fiesta de Mediaset para cerrar la temporada de su programa y después, como cada año, puso rumbo a Sotogrande (Cádiz), para disfrutar del verano con sus hijos y su marido en su residencia de vacaciones.
Ahora, a pesar de que sus planes para volver a los platós televisivos de su corazón se hayan retrasado, Ana Rosa mantiene su energía intacta porque, como dijo desde el minuto cero de su enfermedad: "Tengo la seguridad de que me voy a curar, gracias a nuestros excelentes médicos".
Julia Otero, 11 meses de quimioterapia
Cuando Ana Rosa anunció que padecía cáncer, hacía sólo nueve meses que otra reina de la comunicación, Julia Otero, estaba siguiendo tratamiento contra esta enfermedad. A los 63 años, a la periodista de Onda Cero le detectaron un cáncer de colon (en 1978 superó un tumor abdominal), al que, de momento, ha logrado derrotar después de 11 meses de terapia. Ella regresó a los estudios de radio el 10 de enero de este año y acaba de renovar con la emisora por dos temporadas más y una tercera, opcional.
Reconoció haber estado en "un sitio muy negro"
El camino hasta aquí no ha sido fácil. Como ella misma explicó en mayo, en su entrevista más personal en el programa de Jordi Évole, de La Sexta, regresó a la vida después de haber estado "en un sitio muy negro".
En ese espacio, Julia nos dejó asombrados cuando, sin filtros de ninguna clase, nos habló sobre su cáncer de colon desde la perspectiva de quien no considera la lucha contra la enfermedad una heroicidad, sino una cuestión de supervivencia y un proceso doloroso. "Te dicen que eres muy fuerte, pero no eres fuerte, es que no hay otra opción", declaró. En su charla con Évole, la gallega no escatimó detalles sobre la dureza de la quimioterapia –le ha quedado como secuela una neuropatía periférica en pies y manos– ni sus efectos sobre el organismo. "Te salen llagas en la boca, no puedes comer bien, todas las mucosas de tu cuerpo están en carne viva... ", explicó. También recordó sus pensamientos mientras se sometía a quimioterapia: "Piensas: ahora viene cuando no comes, no duermes... Ahora viene que prefiero morirme. Porque llega un momento en el que te dices: qué más da estar viva o muerta".
Su tratamiento funcionó, al menos de momento, porque aún puede sufrir metástasis y por ello debe hacerse controles periódicos hasta que hayan pasado cinco años, que son como una espada de Damocles. "Sin embargo, a estas alturas, no tengo ni una sola célula cancerígena", comentó sin ocultar una felicidad y una alegría que se resumen en una frase que ha repetido varias veces: "Cuando se pisa el infierno, se aprende rápido a celebrar la vida".