Apenas cinco diÌas despueÌs de ser operado de la cadera, Alessandro Lequio regresó a su trabajo de tertuliano en el programa de Ana Rosa Quintana.
El italiano explicó a nuestra revista que se encontraba muy bien y que la recuperación estaba yendo maÌs raÌpido de lo previsto. “La evolucioÌn es perfecta”, aseguraba.
PRONTO: ¿Cómo ha ido la recuperación?
ALESSANDRO LEQUIO: Sinceramente, no esperaba recuperarme tan deprisa, me colocaron una proÌtesis de cadera y ya estaÌ.
La intervencioÌn transcurrioÌ sin el menor problema y nada maÌs salir de la sala de operaciones, desaparecieron los dolores. Tengo que agradecer al doctor Zamora, del Hospital San Francisco de AsiÌs, que sea un cirujano tan prodigioso. Tiene manos de santo y es uno de los mejores especialistas del mundo, una eminencia.
A pesar de su mejoría, tiene que poner una de sus piernas en un aÌngulo de 90 grados y no realizar posturas forzadas para que no se resienta la zona operada. Por eso le vimos en platoÌ sentado sobre un alzador.
A los pocos días de la intervención, Alessandro Lequio volvió al trabajo.
P.: ¿QueÌ motivoÌ la intervencioÌn? ¿Sufriste alguna caiÌda?
A.L.: No, para nada. Es que todos mis anÌos de karateca me pasaron factura y no me quedoÌ maÌs remedio que pasar por el quiroÌfano.
P.: ¿Cómo está tu hijo Álex?
A.L.: Es un chico muy fuerte y todos estamos muy esperanzados con su recuperacioÌn. Pero te repito lo que ya te dije hace un par de meses: estaÌ inmerso en una lucha muy importante. Lo principal es que salga adelante.
Alessandro y su hijo Álex, más unidos que nunca ante la adversidad.
P.: Se ha visto llorar a su madre, a Ana ObregoÌn, en el hospital donde vuestro hijo recibió las sesiones de quimioterapia.
A.L.: Mira, Ana tiene una fortaleza extrema y me extranÌa que la vieran llorar. No ha perdido en ninguÌn momento los nervios, en ese sentido es extraordinaria.