Antonio Orozco, solidario con los niños con cáncer
El cantante barcelonés colabora activamente en la iniciativa que lleva a cabo el Hospital Sant Joan de Déu

Antonio Orozco
El talento, la sensibilidad y la espontaneidad de Antonio Orozco lo convierten en uno de los artistas más queridos del panorama nacional. El cantante, a quien vemos emocionarse, sufrir y divertirse en "La Voz" (Atresmedia), compagina su trabajo en televisión con conciertos y el cuidado de sus dos hijos, Jan, de 18 años, y Antonella, de 3.
Además, siempre que puede, el barcelonés aporta su granito de arena en alguna causa solidaria, como la lucha contra el cáncer infantil.

Antonio Orozco apadrina un programa de acciones solidarias en favor del Pediatric Cancer Center Barcelona, de Sant Joan de Déu, iniciativa que promueve, a través de acciones como una cena benéfica, un torneo de pádel y un vermut solidario con actuaciones musicales, la investigación oncológica y el apoyo emocional a familiares y afectados por la enfermedad.

PRONTO: ¿Por qué te has implicado tanto en este proyecto?
ANTONIO OROZCO: Es un honor poder formar parte de él. Soy músico por defecto. Creo que la música forma parte de mi vida, porque a lo que he aspirado siempre es a poder participar en proyectos como éste. La música ha sido el vehículo que me lo ha permitido.

P.: Eres un altavoz que llega a muchos…
A.O.: Cuando me dan la oportunidad de poder hablar, la aprovecho para decir que hay proyectos muy poderosos en marcha que merecen ser compartidos. Estoy muy comprometido y hace años que trabajo para Sant Joan de Déu en todo lo que haga falta.

"Mi hijo se ha convertido en un hombre y en un artista"

Antonella, la hija de Antonio Orozco, es todo un bombón.
P.: Seguramente ser padre te da una sensibilidad especial.
A.O.: Sí, desde luego, y teniendo una niña pequeña, esto te da mucho miedo, aunque también he de decir que estamos rodeados de grandes médicos.

Antonio Orozco con sus hijos
P.: Después de tantos años, ¿cómo vives la popularidad?
A.O.: Es difícil gestionar el día a día, pero estoy acostumbrado. Tengo una vida muy plena con mi familia, vivo felizmente en un pueblo y la gente está acostumbrada a verme. Tengo una vida muy normal. Llevo a mi hija al colegio... Hago todo lo que hace cualquier padre.

P.: Tu hijo ya es mayor de edad…
A.O.: Sí, se ha convertido en un hombre y en un artista, todo de golpe. Le doy consejos, pero él me escucha poco.