Concha Velasco desvela quién es el verdadero padre de su hijo Manuel
Concha Velasco desveló en el pasado 'Sábado Deluxe' uno de sus secretos mejor guardados: la identidad del padre biológico de Manuel, su hijo mayor
La entrevista que Jorge Javier Vázquez le hizo a Concha Velasco en 'Sábado Deluxe' es, sin duda, una de las que más ríos de tinta ha hecho correr tras su emisión. Y es que la actriz quiso revelar uno de sus secretos mejor guardados: la identidad del padre biológico de su hijo Manuel.
Concha se quedó embarazada en 1976, y quiso seguir adelante sola, ni siquiera diciéndoselo al padre biológico de su hijo. En septiembre de ese año nacía Manuel y, en 1977, la actriz se casó con Paco Marsó, que adoptó a Manuel como suyo y le dio sus apellidos. Paco, además, tenía también una hija de una relación anterior.
En todos estos años, Manuel ha sabido siempre quién era su padre biológico: se trataba de Fernando Arribas, un importante director de fotografía que falleció hace unos meses. De hecho, Fernando, Concha y Manuel siempre han tenido una relación muy cercana, llegando incluso a pasar navidades juntos.
Fernando Arribas estaba casado cuando Concha se quedó embarazada, así que la actriz se armó de valor y decidió tener a su hijo y criarlo como madre soltera. Cuando Jorge Javier le preguntó si eso le había supuesto algún problema, ella bromeó: "Yo siempre he sido una mujer muy perseguida, muchos hombres querían ser el padre de Manuel".
Manuel, que hoy tiene 44 años, ha sido el primero en apoyar a su madre ahora que ha decidido desvelar su secreto. Es algo que él siempre ha sabido y que en su familia se ha tratado con total naturalidad.
Concha Velasco hizo, además, sorprendentes revelaciones
La identidad del padre de Manuel no fue lo único que decidió desvelar Concha Velasco el pasado sábado. La eterna 'chica ye-yé' también habló sin tapujos de sus horas más bajas, confesando que incluso llegó a intentar suicidarse. Eso sí, Buenafuente fue el "culpable" de que ese intento fracasase...
Al parecer, la actriz se tomó una caja de pastillas, y se puso a ver la televisión mientras estas hacían efecto. Según contó Concha, tanto se empezó a reír viendo el programa de Andreu Buenafuente, que se atragantó y acabó vomitando.
Sin duda, un final feliz para uno de los capítulos más oscuros de Concha Velasco.