El actor trabaja con su fundación para evitar lo que sucede en la actualidad: que cada 15 minutos, un elefante muera a manos de un cazador ilegal.
De niño, Leonardo DiCaprio quería ser biólogo marino, pero el cine se cruzó en su vida y, en la actualidad, es uno de los actores más cotizados del mundo. Lejos de creerse el dios de Hollywood, DiCaprio lleva 21 años dándolo todo por la fundación que lleva su nombre, que lucha por el medioambiente y por la supervivencia de las especies. ¿Su último reto? Unas cámaras espía con inteligencia artificial que detectan a los cazadores furtivos en tiempo real para defender a grandes mamíferos en peligro como los elefantes.
Además de este ambicioso proyecto, la Leonardo DiCaprio Foundation ha repartido, desde 1998, 100 millones de dólares en 200 proyectos repartidos por 50 países, incluida la defensa de las tribus indígenas de la Amazonía, una de las grandes causas en las que el actor se ha volcado personalmente.
«Hablamos de los últimos pulmones de la Tierra, y los indígenas son los únicos que defienden estos lugares. Estas tribus luchan no sólo por su supervivencia, sino por el hábitat y la diversidad que existe en sus tierras», afirma el actor.