Gunilla von Bismarck: "Luis sigue dentro de mi alma y mis pensamientos"
La condesa Gunilla von Bismarck llora la reciente muerte de su gran amor, Luis Ortiz
Gunilla von Bismark y Luis Ortiz.
Estaban divorciados, pero hacían la vida de un buen matrimonio. Ahora, Gunilla von Bismarck llora a Luis Ortiz, fallecido el 16 de septiembre, a los 80 años, en un hospital malagueño, víctima de un cáncer.
Al hablar con ella intenta aparentar una cierta tranquilidad, pero confiesa que "el dolor que llevo por dentro no se puede explicar con palabras. Luis lo era todo para mí".
Gunilla y su hijo, Fran, llevaron un gran retrato de Luis al funeral.
PRONTO: El vacío que ha dejado en tu vida es imposible de llenar.
GUNILLA: Han sido muchísimos años juntos, plenos de amor y a pesar de que estábamos divorciados no nos separamos. Puede sonar extraño, no es normal, pero nos queríamos tanto que no podíamos estar el uno sin el otro. Y tras divorciarnos nos dimos cuenta de que debíamos reconciliarnos. Lo que no me gustaba es que bebía y fumaba demasiado. Llegó un momento que no lo pude aguantar más y por eso tomamos caminos separados. Aunque el amor nos acercó de nuevo.
Gunilla von Bismarck: "Doy gracias de que se cruzara en mi vida"
P.: Él siempre confió en vencer al cáncer… Hace dos años creía que ya estaba curado.
G.: Desgraciadamente, no ha sido así, su estado de salud se fue complicando, además, los riñones no le funcionaban, iba a diálisis y no pudo remontar. Se ha ido rodeado de todos los que le queríamos. No estaba solo.
P.: ¿Cómo transcurrieron sus últimos días?
G.: En el hospital, muy bien cuidado y con todo nuestro cariño.
P.: El tuyo y el de vuestro hijo Francisco.
G.: No nos hemos separado de su lado… Era un hombre muy optimista, no se quejaba por nada, un ejemplo de superación personal, aunque al final perdiera la batalla contra la enfermedad.
P.: ¿Cuál es el mejor recuerdo que te queda de Luis?
G.: Su sonrisa. Tuve mucha suerte al conocerle, la felicidad que me ha dado, doy gracias de que se cruzara en mi vida. Era único, cariñoso y muy divertido. Una gran persona. Caía bien a todo el mundo, porque era un ser maravilloso y estupendo.
Gunilla se apoya en sus amigas.
P.: ¿Y ahora cómo te planteas tu futuro inmediato?
G.: Primero, voy a enterrar sus restos en Alemania donde, algún día, descansaremos juntos. Y luego necesito estar tranquila, recuperar la paz. Luis sigue dentro de mi alma, de mis pensamientos. No hay nadie tan bueno como él. ¿Sabes que era un gran imitador? Su parodia de Groucho Marx era increíble. Idéntico. También de la duquesa de Alba, hasta se ponía trajes de mi madre… Nos reíamos mucho.
