Habla el hijo de José Luis López Vázquez: "Mi padre era peculiar, maniático y meticuloso"
José Luis López Magerus le rinde homenaje en un documental a uno de los actores más entrañables de la historia de nuestro cine
López Magerus admiraba a su famoso padre.
Charles Chaplin quedó deslumbrado por su talento, pero él nunca se marchó a un Hollywood que lo llamaba, para entregarse al público español.
José Luis López Vázquez, que el año pasado habría cumplido 100 años, dejó huella en la historia de nuestro cine y nuestro teatro y tuvo una vida de novela.
Abandonado de pequeño por su padre, tuvo que aprender a amar, ¡y vaya si lo hizo!, pues estuvo con cinco mujeres con las que tuvo cuatro hijos. Uno de ellos, José Luis López Magerus, ha plasmado su historia en el documental "José Luis López Vázquez, ¡qué disparate!", de Movistar+.
PRONTO: Este filme es un gran acto de amor.
JOSÉ LUIS LÓPEZ MAGERUS: Por mi parte y por la suya también, porque la entrega de mi padre hacia su profesión fue innegable. En la película, mostramos facetas desconocidas de él. Era un hombre muy poco dado a hacer públicos su vida y sus sentimientos y tenía unos valores humanos muy interesantes que nunca dio a conocer por reserva o timidez.
P.: ¿Cuáles eran esos valores?
J.L.L.M.: Creció con ciertas carencias afectivas y era bastante ajeno a demostrar cariño, pero, con el tiempo, se reconvirtió. Estaba entregado de forma muy convulsa a su trabajo, pero, en el documental, mostramos facetas previas a su labor de actor desconocidas, como su pasión por el dibujo, la pintura y el cartelismo. Era peculiar, maniático y meticuloso, muy exigente consigo mismo. No tenía tiempo para mucho más, pero tuvo una vida sentimental azarosa y complicada: tres matrimonios frustrados que fueron relaciones sentimentales largas.
José Luis López Vázquez con Flor Aguilar, con quien tuvo 2 hijos.
"George Cukor se lo llevó a Hollywood para una reunión con la Metro Goldwyn Mayer"
P.: ¿Qué tenía como actor que lo hacía tan único?
J.L.L.M.: Su versatilidad. No estaba encasillado, aunque prevalece su imagen cómica de actor de aspavientos al estilo de Chaplin o Jack Lemmon. George Cukor se lo llevó a Hollywood, tuvieron una reunión con la Metro‑Goldwyn‑Mayer y mi padre declinó la oferta, porque, en aquella época, tenía 50 años y decía que se debía a su público. Además, no hablaba inglés. Pensó que allí no pintaba nada y, además, las formas de actores europeos no funcionaban en Hollywood, sobre todo el matiz cómico.
