Ion Aramendi: "Si no hubiera sido por mi mujer, yo no estaría donde estoy"

Para triunfar en televisión hace falta profesionalidad, pasión, ilusión y una chispa especial, un ingrediente mágico que sólo algunos comunicadores tienen y que los conecta irremediablemente con el espectador. Ion Aramendi está sobrado de todo eso. Sin duda, el periodista donostiarra, de 45 años, ha regresado a Mediaset en un momento de gran madurez profesional, tras siete años creciendo fuera de la cadena, a través de formatos en los que se ha entregado, ha dejado su huella y ha aprendido, más si cabe, de la profesión.

Ahora, de nuevo en Telecinco donde se hizo una cara conocida como reportero de "Sálvame", triunfa en un género que le apasiona, presentando la gala de los domingos de "Supervivientes". Sin dejarse obnubilar por los halagos, disfruta con serenidad y responsabilidad del maravilloso momento profesional que vive y que se corresponde con el personal, pues este aficionado al baloncesto y al rock, padre ya de dos hijos varones, no puede estar más feliz con la dulce espera de Marieta, la bebé que llegará al mundo el próximo mes de julio.

"Jorge Javier es el mejor presentador de televisión

PRONTO: ¿Cómo llevas tu regreso por la puerta grande como presentador de "Supervivientes"?

ION ARAMENDI: Cuando me fui, tuve una sensación extraña e interior de que no iba a ser la última vez que pisaba Mediaset. Pero imaginarme que iba a regresar así, ni en el mejor de mis sueños.

P.: ¿Fue difícil tomar la decisión de dejar la cadena pública?

I. A.: No fue fácil porque yo soy una persona muy emocional y me dio pena decir adiós a algo tan chulo como era "El cazador", sobre todo por la familia que se crea. Era como mi pequeño bebé. Pero a la vez sentía que eso ya estaba hecho, así que cuando Mediaset me plantó la oferta con una continuidad en la cadena, con proyectos potentes, con un primer programa como "Supervivientes", la decisión era clara.

P.: Hay mucha gente a la que, incluso, le gustas más que Jorge Javier Vázquez.

I. A.: No, para nada. Jorge es el mejor presentador de la televisión actual y de los últimos años. Es una persona a la que yo admiro, respeto, y le tengo un cariño especial. Para mí es un maestro.

P.: Te vemos disfrutar como un niño en "Supervivientes".

I. A.: Sí, a mí la realidad en general me gusta más que la ficción y en la tele me apasiona la telerrealidad. Me gusta mucho ver cómo se enfrentan las personas a situaciones extremas y cómo actúan, me gusta analizar el punto psicológico y sociológico de cómo te manejas en un grupo o qué roles adquieres. Y 'Supervivientes' es el top de los realities en este sentido.

P.: En esta edición, ¿qué personajes y tramas te tienen más enganchado?

I. A.: Me están gustando mucho algunos desconocidos que están tirando del carro. Me está fascinando Marta Peñate. Creo que no es consciente, pero gracias al salseo que hace y a cómo mueve su playa y la otra playa, se está convirtiendo en una de las concursantes más top. Creo que Kiko físicamente está tocado, y aguantando demuestra una fortaleza mental brutal. Nacho Palau hizo un concurso extraordinario; Alejandro y Tania también dan un juego especial; Juan Muñoz también me está gustando porque, poco a poco, se va destapando. Ignacio de Borbón está intentando darlo todo, Desy es muy divertida y Anabel está en un momento personal muy distinto al 2014 y ha ido con el objetivo de superarse. El casting es de 10, una edición maravillosa.

"Para mí, mi familia es lo más importante"

P.: ¿Ha sido un cambio brusco mudarte con tu familia de Donosti a Madrid por tu trabajo?

I. A.: De primeras, no ha sido fácil porque llevábamos cinco años en Donosti. Pero los dos últimos años yo venía a Madrid a grabar y pasaba muchos días fuera de casa, y lo que precipitó la decisión fue cuando empecé a presentar 'Mejor contigo' porque sólo veía a mi mujer y a mis hijos el sábado, y el domingo ya tenía que volver a Madrid. Para mí fue muy duro y para los niños también, así que antes incluso de no saber si el programa iba a tener continuidad decidimos que teníamos que regresar a Madrid porque yo ya estaba harto de dormir fuera de casa y de perderme la vida de mis hijos. María, mi mujer, estaba superenganchada a Donosti, pero es verdad que Madrid es donde ahora mismo surgen nuestras oportunidades de trabajo. Así que la familia, como equipo que somos, nos hemos venido con toda la ilusión y nos ha costado muy poco adaptarnos. De hecho, los niños están superfelices en el cole, María está embarazadísima y estamos expectantes porque todo vaya bien cuando nazca la nena, y a seguir disfrutando de la familia. Para mí es lo más importante, más allá de lo profesional.

Ion adora a su mujer:

P.: La niña nace en julio, ya queda muy poco.

I. A.: Sí, a María ya se le nota mucho el embarazo. Se nos nota a los dos la edad, los niños, las cargas que tenemos. Cada vez es más complicado gestionarlo todo, pero estamos muy felices. 

P.: Dices que tener una hija era un sueño, pero ésta ha llegado por sorpresa.

I. A.: Sí. Era un sueño, pero María y yo, conscientes de nuestra edad, ya no pensábamos tener más hijos. Fue un shock. Yo decía: “¿Cómo vas a estar embarazada? ¡Si además estoy en Madrid toda la semana!”.

P.: ¡Eso es que tú llegabas los sábados a casa con mucha pasión contenida!

I. A.: ¡Ja, ja, ja! Pues mira, dio tiempo a atinar en el día oportuno y que esto se cumpliera. Así que, después del primer impacto, pasamos a pensar que era un sueño cumplido porque siempre habíamos querido tener una niña y habíamos deseado tres hijos. Y tarde, pero se cumple. Así que imagínate, estamos superfelices.

P.: Se va a llamar Marieta, ¿por qué?

I. A.: Estábamos dudando entre Marieta y María, pero mi mujer y yo, desde que empezamos a salir, siempre sospechábamos que si teníamos una niña la llamaríamos Marieta. Ya todos nos dirigimos a la barriga diciendo Marieta, y ella, al oír su nombre, pega unas patadas que alucinas.

P.: Tienes una mujer que tira del carro y para ti no sólo es un pilar, es casi parte de tu éxito.

I. A.: Sí, sí. Si no fuera por ella y por cómo es, la familia no hubiera salido adelante. María ha sido supergenerosa siempre conmigo, generosa por sacrificar parte de su carrera profesional, porque cuando nos fuimos a Donosti ella decidió renunciar a un puesto muy bueno que tenía, un trabajo muy seguro en el que iba creciendo, pero entendió que el momento profesional mío era muy importante. Ella en Donosti ha seguido trabajando pero es verdad que ha sacrificado mucho más que yo. Si no hubiera sido por María y por su generosidad, yo no estaría donde estoy. Pero además de su propio sacrificio personal y profesional, para mí es que es mi apoyo total. Ella me enseña y ayuda. María es lo mejor que me ha pasado en la vida junto con mis hijos, no tengo ninguna duda.