Julia Otero: el lado más desconocido de una gran luchadora

Sin tapujos ni filtros. Con el arrojo necesario para explicar las verdades dolorosas, Julia Otero le contó a Jordi Évole, en su programa de La Sexta, que, tras iniciar el tratamiento contra el cáncer, en su mente surgió un pensamiento que no olvidará. "Cuando vas por la segunda, la tercera o la cuarta sesión de quimio, estás pensando: ahora viene que ya no comes, que ya no duermes... Ahora viene que prefiero morirme. Porque llega un momento en el que te dices: qué más da estar vivo o muerto".

Así de clara fue la periodista, que, el 22 de febrero del 2021, nos encogió el corazón cuando, en su programa radiofónico en Onda Cero, "Julia en la onda", anunció que padecía cáncer de colon.

Desde entonces y tras el "shock" inicial, su rutina ha sido seguir el tratamiento médico hasta poder recuperar el control de su existencia. Y su sonrisa. "Crees que llevas una vida sana, te alimentas bien, comes poca carne roja... y, de pronto, te encuentras con un diagnóstico como éste y es muy difícil de explicar", reconoció en el programa de Jordi Évole, que, para entrevistarla, jugó y recreó en cierta medida el formato de uno de los programas más famosos de la periodista, "La Luna".

En este enlace te contamos cómo es la vida de Julia Otero desde que volvió a la radio. 

Con Julia, Lola Flores habló por primera vez de su cáncer

Fue precisamente en ese espacio, en el año 1989, cuando Julia le hizo una entrevista muy especial a Lola Flores, que habló por primera vez de su cáncer de pecho y que, a buen seguro, la periodista ha recordado más de una vez a lo largo de este año de tratamiento contra el suyo.

"Ese fue un momento difícil. Le pregunté a Lola antes de la entrevista. Le dije: “Sé esto”. Y ella me dio permiso para hablar de su tumor. Lo que hizo fue interesante... Esa manera de mirar a la cámara y decir: 'Si tienes un bulto en el pecho, vete al médico'", recuerda la locutora quien, 32 años después, vivió la misma experiencia que la Faraona cuando le diagnosticaron su enfermedad.

Dice esta mujer, una de las comunicadoras más importantes de nuestro país, que en ese instante "sientes un derrumbamiento de la vida, de las previsiones, del futuro, empiezas a pensar en la vida sin ti".

Una paciente con muchas preguntas

Después, inquieta y con un ADN que la empuja irremediablemente a hacer preguntas –por eso es periodista–, fue de esas pacientes que no dejan de interrogar a los médicos sobre lo que le iba a pasar y acerca de todas las sustancias de la quimioterapia que le iban a aplicar y de sus efectos.

"A mí, para prepararme psicológicamente, me venía bien saber qué estaba ocurriendo dentro de mi cuerpo. Si sabes lo que te espera, lo asumes y lo aguantas mucho mejor. La quimioterapia es un veneno, un veneno controlado. El buen oncólogo es el que te lleva al borde del abismo, porque, cuanto más al borde estés, más duro le estás dando al tumor. Hay gente que no tolera todas las sesiones de quimioterapia. Yo aguanté las nueve, como una jabata", ha explicado Julia, que confesó que, mientras estaba en las sesiones, "les pedía perdón a mis células buenas".

Y es que el tratamiento le produjo secuelas físicas. "Te salen llagas en la boca, no puedes comer bien, todas las mucosas del cuerpo están en carne viva... Afortunadamente, el pelo se me cayó muy poquito", recuerda.

Después de casi un año lejos de su normalidad –regresó a la radio el 10 de enero– la locutora ha reflexionado mucho últimamente acerca de cómo se trata el tema del cáncer en los medios de comunicación y de que algunos la consideren una pedagoga de esta enfermedad.

"Eso es una exageración e injusto. Yo no soy nadie. Sólo soy una enferma que ha superado, de momento, la enfermedad. Te dicen que eres muy fuerte, pero no eres fuerte, es que no hay otra opción. La vida, en general, está llena de incertidumbres, es una cosa que aprendes cuando te dan el diagnóstico y hay que vivir con esa provisionalidad", aseguró Julia en 'El hormiguero 3.0'.

En este enlace te contamos más sobre la emocionante visita de Julia Otero al programa de Pablo Motos. 

"No te puedes morir antes de morirte"

Para ella, la incertidumbre no se ha acabado, porque es muy consciente de que aún puede sufrir metástasis y volver a padecer cáncer y, por ello, debe hacerse controles periódicos, hasta que hayan pasado cinco años. "Esos cinco años son en espera de que alguna célula que surja de ahí, de ese tumor primario, haya cogido un barquito propio y esté recorriendo los mares cual conquistador. Espero que, si hay una de esas células malignas que esté viajando, mi sistema inmunológico esté hábil y la detecte. Esas células son inmortales, pero no hay que pensar en eso. Como decía un viejito, que murió hace poco y al que quería mucho: “No te puedes morir antes de morirte”", afirma la gallega.

En este tiempo, en medio de los oscuros túneles que ha atravesado, su mayor apoyo ha sido su familia. Su madre, que, aunque es mayor, la ha acompañado a las sesiones de quimioterapia, y, sobre todo, Josep, compañero, amor y aliado en todos los capítulos de su vida desde hace más de 20 años, y su hija, Candela.

De izquierdas y feminista

En noviembre, Candela recogió en su nombre la mención de honor de los premios de comunicación que le otorgó la Generalitat de Catalunya, por su larga trayectoria en la radio y la televisión y por ser todo un referente en el periodismo. En ese acto, la joven le dedicó unas emotivas palabras, que reflejan el cariño, la complicidad y la admiración que siente por su madre: "Han sido meses complicados, pero este premio, a ella, le ha servido como recordatorio de que todavía la están esperando en la comunicación. Es una madre espectacular y un referente en cuanto a libertad y a feminismo".

Sí, lo es, y en 'Lo de Évole', la directora y presentadora de 'Julia en la onda' lo dejó muy claro cuando habló, con su arrojo habitual, de política y se declaró de izquierdas, justificándolo de la siguiente manera: "Cuando llega el mes de junio y haces cuentas con el asesor y tienes que pagar todo lo que te toca, no lo haces con una enorme alegría. Lo que pasa es que a mí me gusta pensar que vivo en un país en el que las personas tienen derecho a una buena escuela pública, con recursos, y a una sanidad para todo el mundo. A mí no me parece tan difícil de comprender. Voto contra mis intereses, pero a favor de mis principios", concluyó.

También explicó que es feminista gracias a su padre. "Él quería por encima de todo un niño, pero cuando yo me quedé embarazada me dijo: “Ojalá tengas la misma suerte que yo y tengas una niña”. Mi padre tenía una terrible imagen de los hombres, creía que no eran de fiar y, por eso, me enseñó a abrir una botella de cava, para que no me la abriera un tío; a cambiar los plomos, un enchufe... Me educó para ser independiente", recordó.

Y a aquellos que se muestran contrarios a los cambios y a la revolución social que plantea el feminismo, les recordó un principio que dice que "cuando una mujer avanza ningún hombre retrocede".

En "La columna" (TV3) con la Campos. "Si tú me dices petarda a mí, yo te digo pija a ti", le soltó la malagueña.

"Ya sé lo que pasa cuando tienes un cáncer, ya no me peleo por nada"

Está claro que Julia, que este 6 de mayo ha cumplido 63 años, ha vuelto. Y en esta provisionalidad que la envuelve, es capaz de descubrir "esas cosas buenas que se van cruzando" en su vida y a las que ahora da mucha más importancia que antes de su enfermedad.

Por poner un ejemplo de su nueva filosofía de vida, nos sirve lo que le dijo a Évole acerca de la lucha por conseguir un invitado "top" para su programa: "Mi libro de estilo dice que al que le apetezca venir que venga. Pero yo, ¿perseguir a alguien? Ahora ya no, ya sé lo que pasa cuando tienes un cáncer, ya no me peleo por nada. Cuando se pisa el infierno, se aprende a celebrar la vida".