Olga Moreno: “He sido una bendición para los hijos de Rocío”
La ganadora de “Supervivientes” respondió a los ataques de la Carrasco
El título que le pusieron al programa no engañaba: “Ahora, Olga”. Después de cuatro meses de que Rocío Carrasco desgranara su testimonio contra su ex, Antonio David Flores, y, por extensión contra la actual mujer de éste, Olga Moreno, ahora le ha tocado el turno a ella.
Así, pocos días después de que se proclamara, no sin bastante polémica, ganadora del concurso “Supervivientes 2021” (gracias a cuya participación ha logrado una importante suma de dinero), la diseñadora sevillana volvía a un plató de Mediaset para grabar una larga entrevista que se emitió el pasado 28 de julio.
En ella, haciendo frente a las preguntas de seis colaboradores –Kiko Matamoros, Marta López, Maestro Joao, Antonio Rossi, Cristina Tárrega e Isabel Rábago–, Olga fue desgranando "su" verdad. Una verdad que tenía serios límites y, seguramente, aconsejada por sus abogados, Moreno no respondió a ninguna de las preguntas que tuvieran que ver directamente con Rocío Carrasco ni con las acusaciones de ésta contra el exguardia civil por supuesto abuso psicológico. Quizás por ello, la entrevista se centró especialmente en los hijos del primer matrimonio de Antonio David, que desde hace años viven con su padre y sin tener ningún contacto con su madre.
Entre sus declaraciones más esperadas, Olga explicó el motivo por el cual David Flores no había acudido a la boda de su madre con Fidel Albiac.
“He encontrado a mi familia derrumbada”, desveló Olga Moreno
"Vengo aquí a hablar de las acusaciones que se han hecho contra mí", empezó diciendo Olga, que apareció delgadísima y muy bronceada, vistiendo un favorecedor mono pantalón en color azul, en un claro guiño a los seguidores que, autodenominados La Marea Azul, le ayudaron a ganar el concurso más duro de Mediaset, desbancando a rivales de la categoría de Melissa Pinto, Tom Brusse o Gianmarco Onestini.
Y estaba muy nerviosa. No lo ocultó. “He encontrado a mi familia derrumbada”, aseguró con los ojos llorosos cuando Carlos Sobera, el presentador del programa, le preguntó cómo estaba y qué se había encontrado a su vuelta de Honduras tras los 101 días de concurso, “y yo soy muy fuerte y no voy a permitirlo”.
No se podía ser más explícita: Olga vuelve dispuesta a presentar batalla a los ataques de Rocío Carrasco, lo que vaticina un duro enfrentamiento entre estas dos mujeres que tiene en común a un mismo hombre, con el que, según sus testimonios, han vivido experiencias diametralmente opuestas.
“Los he cuidado”, fijo refiriéndose a Ro y Da
Durante su comparecencia ante las cámaras, Olga negó que vaya de madre coraje. “Lo único que he hecho en estos 22 años ha sido darles mucho amor a unos hijos que no son míos. Y lo volvería a hacer, aunque me hubiera gustado que su madre hubiese estado, porque habría sido más fácil para nosotros”, dijo. Olga, que reconoció que solo había visto algunos fragmentos de “Rocío, contar la verdad para seguir viva", defendió varias veces sus buenas intenciones para ejercer de figura materna.
“Los he cuidado, los he llevado al médico, he estado en las tutorías de la escuela. Parece que por darles cariño a esos niños hubiera cometido un delito. He sido una salvación para los hijos de Rocío, en el sentido de que ellos necesitan mucho cariño, pero hubiera hecho lo mismo cualquier otra mujer que se enamora de un hombre con dos hijos”, afirmó con determinación.
A lo largo de tres horas, Olga fue un frontón que negó todas las acusaciones de la Carrasco contra ella, aunque sin aportar pruebas, y le tendió una mano abierta a que hablaran las dos. Eso sí, no parece probable que la hija de la más grande recoja el guante.
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