El Papa pide perdón en Canadá por los abusos a los indígenas
Francisco mantuvo un encuentro con representantes de las tribus originarias de estas tierras
Francisco expresó su pesar a los presentes.
Los problemas físicos han mermado la movilidad del Pontífice, motivo por el que, en los últimos meses, Jorge Mario Bergoglio apenas ha incluido viajes en su agenda. A pesar de ello, el Santo Padre tenía muy claro que debía desplazarse hasta Canadá, ya que su intención era entonar en primera persona el mea culpa por los daños causados por la Iglesia católica a los indígenas de este país americano.
Los internados del horror
Pocas horas después de aterrizar en Canadá, Francisco protagonizó uno de los encuentros más significativos del que calificó como 'viaje penitencial'. El Pontífice estuvo charlando con representantes de naciones originarias de tierras canadienses, como los métis e inuits, en Maskwacis, al sur de la ciudad de Edmonton, una zona en la que se encontraba uno de los internados católicos que, entre los siglos XIX y XX, intentaron reeducar a unos 150.000 niños aborígenes para que olvidaran sus lenguas y sus costumbres.
Se calcula que más de 4.000 de estos fallecieron debido a las deficientes condiciones de los centros, en los que también eran comunes todo tipo de abusos.
“Pido perdón, en particular, por la manera en que esos miembros de la Iglesia y de la comunidad religiosa cooperaron, sobre todo a través de su indiferencia, en un proyecto de destrucción cultural y forzaron la asimilación promovida por el Gobierno en ese momento, lo que culminó con el sistema de escuelas residenciales”, declaró el Papa ante los miles de asistentes al acto.
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