Paquirri: su familia y amigos mantienen vivo su recuerdo 40 años después de su muerte
Desde su viuda hasta sus más íntimos rememoran al diestro Paquirri con tristeza y reivindicando su heroica figura
Isabel Pantoja durante el concierto en Almería en el que le dedicó a Paquirri 'Amor eterno', entre lágrimas.
Su viuda, Isabel Pantoja, siempre le recuerda en sus conciertos y demuestra que el amor por quien fue su marido sigue muy vivo. El pasado junio, en su actuación en Almería, comentó refiriéndose a él: "Tu amor en mi vida siempre está presente. Me preguntan si te quiero todavía, y que si recuerdo tu mirada, tu sonrisa, la figura de tu cuerpo al caminar", dijo, antes de romper a llorar y añadir, con la voz entrecortada: "Me voy a secar las lágrimas y vuelvo".
Los hijos de Paquirri e Isabel Pantoja lo recuerdan
Isabel Pantoja y Paquirri se conocieron en 1980 y se casaron en abril de 1983.
Kiko Rivera, hijo pequeño del torero, fruto de su matrimonio con la tonadillera, es muy claro cuando habla de su progenitor. "Tengo una pena interna por no haber sentido dentro de mí lo que significa la figura paterna. Estoy orgulloso de mi padre, era una gran figura y sigue siéndolo. “Chapeau” por él", ha declarado el "dj", que siempre que llega este aniversario comparte en sus redes mensajes de enorme cariño. "Te quiero por siempre papá. Otro año más sin ti, te extraño tanto y me haces tanta falta... Porque, aunque tengo a mi familia, mi mujer y mis hijos, me siento muchas veces solo", ha escrito Kiko Rivera.
El diestro con Paquirrín, que nació en febrero de 1984, en brazos, junto a su esposa y sus hijos mayores, Fran y Cayetano.
Para el hijo mayor de Paquirri, Francisco Rivera, de 50 años, su padre ha sido su mayor referente y, aunque murió cuando él era un niño de 10 años, lo tiene siempre presente. "Eres eterno papá. Si estuvieras aquí estarías loco con tus nietos. Recuerdo nuestras navidades en Ronda, cuando nos juntábamos toda la familia en esa mesa tan grande que preparaba la abuela", comenta el extorero.
Su otro hijo, Cayetano Rivera, que tenía 7 años cuando a Paquirri el toro Avispado le arrebató la vida, añade que "todos los recuerdos que tengo de él son felices, bonitos y están cargados de cariño. Entre ellos el del año que se vistió de Papá Noel". Y no se olvida tampoco de su madre, Carmina Ordóñez, para quien fue "muy duro contarnos que papá había muerto".
Paquirri estaba pensando en retirarse
Imagen de la fatal cogida que sufrió el torero Paquirri.
Antonio Rivera, hermano de Paquirri, define al torero como "una gran persona, un gran hombre y un símbolo del toreo". Y explica que, cuando se produjo la tragedia, le dijeron que Francisco murió "con una sonrisa en la boca, no con tristeza. Y yo no sé cómo pudo ser así". Antonio confiesa que aún siente que su hermano "está aquí. Hablo con él cada día, es de esas personas que no se van nunca de tu vida ni de tu corazón. Estará conmigo siempre por todo lo que hizo".
Y en cuanto a lo que sería hoy el diestro, cree que "sería apoderado. Él tenía pensado irse al año siguiente de su muerte. Su idea era hacerlo en Cantora, montando allí una placita de toros portátil, y así poder invitar a todos sus amigos y matar seis toros para ellos. Hoy, si estuviera aquí, seguro que celebraría sus cumpleaños comiendo y en reuniones familiares y con amigos, con cantecito flamenco y buen ambiente. Rodeado de los suyos, que era como más le gustaba estar. De esa manera es como me gusta recordarle".
Paquirri poco antes de morir.
Uno de los mejores amigos del protagonista de este reportaje es el también matador de toros Juan José Padilla, al que Francisco Rivera se dirigía con un mote muy curioso. "Me llamaba panaderito", nos cuenta. "Paquirri fue un maestro, yo era un chaval que estaba empezando en esta profesión y él me ayudó muchísimo. Me llevaba con él a tentaderos e, incluso, estuve en su casa de la finca Cantora. Disfrutaba mucho viéndome torear, me animaba y me decía que me pusiera de rodillas delante de la vaquilla. Era un maestro en todo. Un hombre con mucha categoría y personalidad. Me quería mucho, igual que yo a él. A su lado me sentía muy arropado".
Cartel de la infame corrida donde Paquirri perdió la vida.
Otro íntimo de Paquirri fue el abogado y hoy expresidente del Real Madrid Ramón Calderón, quien nos ha contado que el 26 de septiembre recibió, a las 9 de la noche, la llamada del apoderado de Francisco explicándole la tragedia. "Me dijo que la cosa estaba muy mal. Me fui rápidamente para Córdoba y, en el trayecto, me comunicaron que había muerto. Cuando llegué me enteré de que había mantenido una entereza tremenda en sus últimos momentos, era digno de elogio. Se comentaba que iba a retirarse tras torear en tierras americanas, adonde iba a acompañarle con mi mujer, pero creo que habría seguido porque tenía mucha ilusión".
El Soro quedó en "shock"
El diestro con el Soro, que fue uno de sus mejores amigos y que compartió cartel con él en Pozoblanco.
"Como un hermano", así califica el torero Vicente Ruiz "El Soro", que compartió cartel con él en Pozoblanco, a su recordado Francisco. "Éramos íntimos amigos y quería ser mi apoderado cuando se retirara. Le quise muchísimo, era un maestro y una bellísima persona. Su muerte supuso un mazazo tremendo, me dejó en “shock”. Pensé en retirarme. Fue un golpe sentido universalmente, una noticia escalofriante. Francisco fue valiente como pocos, un ejemplo para todos los demás. Un caballero tanto dentro como fuera de los ruedos. Ironías de la vida, este año seré el pregonero de las fiestas de Pozoblanco, un pueblo maravilloso pero marcado por la desgracia de hace 40 años".
Con Bárbara Rey, Paquirri mantuvo una amistad muy especial. Ella le recuerda ahora con "mucho cariño. Era un ser encantador, muy buena persona, un hombre sencillo y normal, al que no se le había subido a la cabeza la fama. Tenía un corazón extraordinario, era muy cariñoso y trataba muy bien a todos los que le rodeaban. Un hombre muy llano y querido".
El distanciamiento de sus hijos
Tumba de Paquirri.
Poco podía imaginarse Paquirri que su muerte iba a suponer un fuerte distanciamiento entre su viuda, Isabel, y los dos hijos nacidos de su primer matrimonio con Carmina Ordóñez, porque han pasado cuatro décadas y la tonadillera aún no ha entregado a Fran y a Cayetano los objetos personales que su padre quería que ellos tuvieran.
La cantante asegura no saber dónde se encuentran, pero su propio hijo, Kiko, tuvo ocasión de verlos en una habitación de Cantora. Y, aunque éste le pidió que se los entregara a sus hermanos, ella se negó. Y, ahora, hace unos días, Fran dejó entrever que podría demandar a Isabel para reclamar el legado de su padre judicialmente.