Ramoncín: "Si he de morir, que sea sobre el escenario"
El artista, que no piensa aún en retirarse de la música, mantiene la ilusión de los directos y prepara un nuevo disco
Ramoncín, cantando en uno de sus conciertos.
El 25 de noviembre cumplió 67 años, de los que lleva casi 50 defendiendo su música sobre los escenarios. Ramoncín es leyenda viva de nuestro rock y sigue actuando con la ilusión de sus comienzos. Sus últimos conciertos, en Barcelona y Madrid, han sido un éxito total de crítica y público.
"Estoy muy bien, física y mentalmente, trabajando mucho, disfrutando de la familia, de mi pareja y mis hijos, y con muchas ganas de hacer cosas", explica a Pronto. "Con mi mujer, Amalia, llevo ya 33, toda una vida feliz".
PRONTO: Pareces mucho más joven…
RAMONCÍN: Te aseguró que es cuestión de genética, unido a una vida sana: cuidar la salud, hacer deporte… No fumo, ni bebo ni me drogo. La única operación que me hice fue en la nariz, y porque me la rompí. No me he sometido a ninguna otra intervención de cirugía estética. Pero que cada uno haga lo que quiera, no censuro a nadie. Lo malo es que hay quien entra en el quirófano para autodestruirse… Salen peor de lo que entran.
Ramón confiesa que "subirme a un escenario es algo sagrado. Igual que mi barrio es mi patria, el escenario es como el vientre materno. Son dos lugares a los que siempre quieres volver, que respetas. Si he de morir, que sea sobre el escenario", asegura.
Ramoncín reniega de ser "el rey del pollo frito"
Ahora Ramoncín, que hace poco protagonizó una polémica contra 'Cuéntame' e Imanol Arias, está preparando nuevo disco cuyo primer single se llama 'No volarán'. Ademas, también nos ha manifestado su preocupación por la juventud de hoy en día.
P.: En 1978 sale un disco en el que cantas "El rey del pollo frito", y el título se convierte en un apodo que te ha perseguido toda la vida…
R.: Ese apodo me ha molestado siempre. Ese personaje podría ser hoy un Donald Trump o un Bolsonaro, porque la canción describe a un tipo que se cree que es el dueño del mundo, que puede meterlo todo en una lata, que piensa que puede hacer lo que le dé la gana… En su momento, me molestaba mucho que me llamaran con ese apodo, y ahora, cuando alguien se dirige a mí así, digo: "Mira, un gilipollas".
P.: En tus inicios dabas especial importancia a canciones de temática social. ¿Qué te preocupa actualmente?
R.: Aparte de las secuelas de la pandemia y la falta de empleo, esa clase política que no sabemos por qué esta ahí. Y también me preocupa la falta de lectura y de cultura de muchos jóvenes.