Rocío Carrasco: repasamos su matrimonio convulso con Antonio David
Capítulo 3 del coleccionable de tu Revista Pronto sobre la vida de la hija de Rocío Jurado y Pedro Carrasco
Tras repasar su infancia y su adolescencia, en el tercer capítulo del coleccionable de la vida de Rocío Carrasco, repasamos su matrimonio convulso con Antonio David Flores, padre de sus dos hijos, Rocío Flores y David.
La hija de Rocío Jurado y Pedro Carrasco creía estar enamorada de Antonio David Flores cuando, en realidad, el Guardia Civil sólo representaba para ella la posibilidad de irse de casa y ser, por fin, la única dueña de su vida. Pero se equivocaba…
Rocío y Antonio David se convirtieron en novios a los dos meses de haberse conocido aquel lejano verano de 1994. Poco después, su idilio saltó a las páginas de la prensa, cuando se hicieron públicas unas románticas imágenes de los dos besándose, que fueron la carta de presentación del agente de la benemérita ante La Más Grande, su futura suegra.
Y, a pesar de la oposición tanto de su madre como de su padre, que premonitoriamente le dijo que Antonio David le iba a "arruinar la vida…", Rocío Carrasco hizo la maleta y, después de alcanzar la mayoría de edad, a finales de verano de 1995 se mudó a la localidad barcelonesa de Argentona, donde habían destinado a su novio.
Se casaron estando embarazada de Rocío Flores
Después de contraer matrimonio, a los pocos meses, pues se casó estando ya embarazada, Rociíto se estrenó en la maternidad. Y, en 1998, mientras su matrimonio se rompía, repitió con la llegada de David, un niño que inundó su vida de alegría y, al principio, de preocupación, ya que nada más nacer ingresó en la UVI por su delicada salud.
Separación a los tres años de la boda
Poco quedaba ya de su matrimonio, que pasaba por sus horas más bajas y se rompía de forma irremisible. La historia de ese matrimonio, tan aireada en los últimos meses, es un relato convulso, una tragedia lorquiana o, dicho de una manera más televisiva, un culebrón.
Y, al final, y después de haberse enfrentado a todo y a todos por el hombre al que creía amar, su relación se fue a pique en 1999, cuando ya se habían trasladado a Madrid. Rocío, que era un rostro popular por su trabajos televisivos, tenía 22 años, había estado casada tres y era madre de dos hijos.