Xavier está imparable, con un montón de proyectos.
Xavier Sardà vive un momento maravilloso y está feliz de estar a punto de cumplir 61 años en plena forma. Sardà acaba de publicar una nueva novela sobre la muerte, «Adiós, muy buenas» (Ed. Espasa), y en breve volverá a La 1 de TVE para, una vez más, ponerse al frente del famoso programa «Juego de niños» con el que debutó en televisión hace casi 30 años repartiendo Gallifantes. «¡Fue mi primer programa de tele! –nos ha explicado muy amablemente Xavier–. Yo hacía radio, había ganado un Ondas y estaba feliz. Me propusieron hacer el programa y primero dije que no. Pensaba: «No sabré». Además, por mi hermana, la Sardà, y su expareja, Josep María, de La Trinca, sabía lo que era que todo el mundo te mirara en un restaurante, y pensaba: «¡Yo no quiero eso!».
Pero se tiró a la piscina y la extraordinaria audiencia del espacio –en una época en la que no existían ni las cadenas privadas ni, mucho menos, las plataformas digitales– lo convirtió en una estrella. En las tres décadas posteriores, ha disfrutado de grandes éxitos y de algún tropiezo, pero se conserva de maravilla. «He conseguido llegar a los 60 sin estar calvo, gordo ni demasiado arrugado –nos ha confesado–. El tema es no coger kilos. Mi mujer es dietista y le gusta la cocina. Además, como poco y camino mucho».
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