Pasar de plebeyo a miembro de una familia real requiere un gran esfuerzo. Actriz, estadounidense, divorciada, mulata... La prometida del príncipe Harry renunciará por amor a todo eso y aprenderá a ser una buena princesa sin perder la naturalidad que la convierten en un soplo de aire fresco en Buckingham. En tu revista Pronto de esta semana, te contamos cómo lo va a hacer.