¡Poder llevar una prótesis ya no va a ser un problema para las personas que han perdido una extremidad! Un grupo de investigadores de la Universidad de Montfort, en Leicester (Inglaterra), han descubierto que las botellas de plástico recicladas se pueden convertir en cuencas para prótesis.
Este hallazgo es bueno para el medio ambiente y también para el bolsillo de los afectados, ya que una unidad cuesta 11 euros, 500 veces más barata que el precio estándar, de 5.500. Se necesitan cerca de cinco botellas de plástico de litro para fabricar una cavidad protésica, que luego se junta con la barra y los conectores.
Para probar el invento, se mandaron dos prótesis a Jaipur, en India, y se adaptaron a dos pacientes, uno que había perdido la pierna por encima de la rodilla y otro por debajo, que las necesitaban para poder andar. ¡El resultado fue maravilloso!
Actualmente, esta innovación está en fase de comprobación, por eso se está preparando un ensayo internacional más amplio del nuevo material para certificar su funcionalidad y así poder ofrecer este diseño para su uso rutinario.